Cuando se almacenan insumos frescos como los huevos en la cocina para utilízalos en próximas recetas o preparaciones, seguro se cuestiona cómo identificar un huevo en mal estado, es decir, si aún su yema y su clara se mantienen en buenas condiciones. Pese a que esto pareciera ser complicado al tratarse de un alimento que es cubierto por una cáscara, hay un truco que puede ayudar al respecto.
Existe un tip muy sencillo que permite descubrir si un huevo está feo sin la necesidad de abrirlo y mucho menos, pasar sorpresas desagradables en la cocina con un alimento que podría oler mal y tener un producto (la yema y la clara) en muy mal estado.
Descubre cuál es el truco infalible que te permitirá saber si un huevo está en mal estado tras haberlo almacenado durante varios días en algún espacio de la cocina, pues con este método que solo te tomara un par de segundos, sabrás si aún es apto para su consumo sin la necesidad de romperlo.
El truco para saber si un huevo está en mal estado sin abrirlo
Este método casero, conocido como el truco del vaso con agua, es una de las formas más confiables para comprobar la frescura de un huevo. Solo necesitas un recipiente con agua fría y seguir estos pasos:
- Llena un vaso o recipiente hondo con agua.
- Introduce el huevo con cuidado ¡sin abrir la cáscara!, agrégalo completo.
- Si el huevo se hunde y queda acostado en el fondo, está fresco y es seguro para consumir.
- Si el huevo se mantiene en el fondo pero en posición vertical, tiene algunos días pero aún es comestible.
- Si el huevo flota hasta la superficie, ha perdido frescura y no es recomendable consumirlo.
- Si aún tienes dudas puedes revisar su aroma, regularmente los huevos en mal estado tiene un olor sulfuroso muy característico al romperse.
Este truco funciona debido a que, con el paso del tiempo, el interior del huevo pierde humedad y el aire se acumula en la cámara de aire ubicada en su extremo más ancho. Los huevos frescos tienen poca aireación, lo que les permite hundirse, mientras que los más viejos tienen una cámara de aire más grande, haciéndolos flotar.
Con este sencillo truco que como pudiste verificar, sólo toma unos segundos, podrás asegurarte de consumir huevos frescos y evitar riesgos para tu salud, pues sabrás cuando un huevo ya está en mal estado sin la necesidad de romper su cáscara y llevarte una desagradable sorpresa.