En México, el mamey es una de las frutas más apreciadas por su sabor dulce y su textura cremosa, pero para disfrutarlo al máximo se requiere comprarlo con las características correctas y en su punto ideal de maduración. De esta forma, obtendremos la mejor calidad del mamey, y por ello aquí te daremos algunos consejos para que aprendas a comprar esta fruta en el supermercado.
El mamey es bastante popular debido a su sabor. Se puede consumir solo, en licuados, en postres y hasta en helados, pero para poder disfrutarlo al máximo es necesario que el mamey esté bien maduro, lo que puede ser todo un reto si no sabes cómo comprarlo de forma correcta. Afortunadamente, solo tienes que buscar un par de señales en las frutas antes de adquirirlas para llevar el mejor mamey contigo.
Al igual que otras frutas, un mamey demasiado verde tendrá una pulpa muy dura y poco dulce, mientras que uno que ha pasado su punto de maduración puede volverse demasiado fibroso y perder su sabor fresco. Para evitar comprar mameyes que no estén en su mejor estado, es importante conocer los trucos que te ayudarán a seleccionar los ejemplares maduros y frescos, es decir, aquellos que están listos para comer.
Fíjate en el color y la textura
Busca las piezas de mamey que tengan una piel marrón uniforme, sin manchas verdes o partes que sean demasiado duras. Puedes hacer una pequeña prueba ejerciendo un poco de presión en la cáscara. Esta debe ceder ligeramente, pero no sentirse blanda, aguada o romperse. Esto indica que la pulpa está en el punto correcto de maduración.
Haz la prueba de la uña
Una forma de saber si tu mamey está maduro es realizar la prueba de la uña. Este truco consiste en raspar ligeramente la piel de la fruta con la uña y observar el color que hay debajo de la cáscara. Si este tiene un tono anaranjado intenso, significa que el mamey está en su punto ideal; si aún es demasiado claro o blanco, entonces la fruta no está del todo madura.
Compara el peso y el aroma
Características como el peso y el aroma del mamey también pueden ayudarte a orientarte sobre el estado de madurez de esta fruta. Las piezas más maduras suelen sentirse más pesadas en comparación con otras más verdes. Además, el mamey maduro suele desprender un aroma dulce y suave, sobre todo cerca de las puntas. Esto indica que la fruta está lista para consumirse.
Evita piezas muy blandas o lastimadas
Verifica la integridad de la cáscara del mamey. Si este tiene zonas muy blandas, grietas, cicatrices o incluso manchas, es posible que esté pasado, golpeado o incluso fermentado. Para asegurarte de que tu mamey se encuentra en buen estado, revisa que la cáscara sea uniforme antes de comprarlo.
