Las uvas son unas frutas versátiles y nutritivas que han sido apreciadas desde la antigüedad por su sabor dulce y refrescante. Existen en una gran variedad de colores y tamaños, desde las verdes y rojas hasta las moradas y negras, cada una con propiedades únicas. Además de ser un delicioso bocadillo natural, las uvas se utilizan en la elaboración de jugos, vinos y mermeladas, así como en diversas recetas gastronómicas. Su alto contenido de agua las hace ideales para mantener la hidratación, mientras que su fibra contribuye al buen funcionamiento del sistema digestivo.
Sin embargo, la fruta no es lo único a lo que le puedes sacar provecho; hay más cosas que puedes ocupar de esta fruta. Se trata de las semillas de la uva. Las semillas de uva son usualmente desechadas, ya que suelen ser creídas como inútiles o molestas al consumir la fruta. Sin embargo, estos pequeños componentes esconden grandes beneficios para la salud. Son ricas en antioxidantes, especialmente en proantocianidinas, compuestos que ayudan a combatir el envejecimiento celular y protegen el sistema cardiovascular. Así que ya sabes, no las tires porque puedes tener un gran tesoro.
En lugar de desecharlas, es posible aprovecharlas de diversas maneras para potenciar sus beneficios. ¿Quieres saber cómo puedes sacarles todo el provecho a las semillas de uvas? Sigue leyendo porque aquí te mostramos 3 maneras en las que puedes sacarle todo el provecho a las semillas de uvas.

Consumo en polvo o extracto
Las semillas de uva pueden molerse hasta obtener un polvo fino, que se puede añadir a batidos, yogures o ensaladas para aprovechar sus antioxidantes y mejorar la circulación. También existen extractos de semilla de uva en cápsulas, usados como suplemento natural.
Aceite de semilla de uva
Se extrae mediante prensado y es ideal tanto para la cocina como para el cuidado de la piel y el cabello. En la cocina, es una opción saludable para aderezos y salteados gracias a su resistencia a altas temperaturas. En cosmética, se usa como hidratante y antiarrugas por su alto contenido de vitamina E.
Exfoliante natural
Las semillas trituradas pueden mezclarse con miel o aceite de coco para crear un exfoliante casero. Sus partículas ayudan a eliminar células muertas y mejorar la textura de la piel, dejando un efecto suave y renovado.