¿Tus árboles no están dando frutos? Lo más probable es que les faltan nutrientes en el sustrato para mejorar la producción de frutas. No te preocupes, aquí te contamos cuál y cómo funciona el abono japonés que puedes preparar para que tu huerto tenga una cosecha abundante.
El bokashi es un abono orgánico de origen japonés que se obtiene mediante la fermentación de residuos vegetales y animales. Su popularidad ha crecido entre quienes buscan alternativas ecológicas a los fertilizantes químicos, ya que aporta microorganismos benéficos al suelo y mejora la calidad de las plantas.
Lo mejor de todo es que se puede preparar en casa de manera sencilla. Además, permite reutilizar residuos de cocina, como restos de frutas, verduras y materia orgánica de origen animal. Si quieres aprender a hacerlo y aprovechar sus beneficios, aquí te explicamos cómo.

Cómo hacer el bokashi, un abono orgánico para tus árboles frutales
Para elaborar bokashi en casa se necesita una mezcla de materiales ricos en carbono y nitrógeno, junto con microorganismos que activan la fermentación. A continuación te decimos los ingredientes y el procedimiento:
- 10 kg de salvado de trigo o cascarilla de arroz
- 5 kg de estiércol de vaca, caballo o gallina (preferentemente seco)
- 2 kg de ceniza de madera o carbón vegetal molido
- 2 kg de tierra de hoja o composta madura
- 1 litro de melaza o miel de piloncillo diluida en 5 litros de agua
- 1 litro de yogur natural o suero de leche (para aportar microorganismos benéficos)
Procedimiento:
- En un espacio amplio, mezcle la cascarilla de arroz o el salvado de trigo con el estiércol y la ceniza hasta obtener una mezcla homogénea.
- Incorporar la tierra de hoja o composta madura, que ayudará a activar el proceso de fermentación.
- Mezclar la melaza con el agua y agregar el yogur o suero de leche. Esta mezcla servirá para humedecer la preparación.
- Verter poco a poco la solución líquida sobre los ingredientes secos, mezclando hasta obtener una textura húmeda pero no empapada.
- Colocar la mezcla en un costal o taparla con una lona en un lugar fresco y aireado. Moverla cada dos días para evitar que se compacte y favorecer la fermentación.
- Después de 15 a 20 días, el bokashi estará listo para usar. Su olor debe ser agradable y su textura suelta.