Limpieza en la cocina

Este es el truco con limón y bicarbonato para dejar tu fregadero reluciente

¿Quieres un fregadero limpio? Descubre el truco casero con limón y bicarbonato que deja tu fregadero impecable, eliminando grasa y malos olores de forma natural

Este es el truco con limón y bicarbonato para dejar tu fregadero reluciente
Usa limones y bicarbonato para dejar como nuevo tu fregadero Foto: Freepik / Imagen Ilustrativa

El fregadero es uno de los espacios más utilizados en la cocina, por lo que mantenerlo limpio y libre de residuos es esencial para la higiene del hogar. Con el tiempo, la acumulación de grasa, restos de comida y sarro pueden opacar su brillo, dejando manchas difíciles de eliminar con productos convencionales.

Aunque existen numerosos limpiadores comerciales, muchos contienen químicos agresivos que pueden dañar el material del fregadero o irritar la piel. Por esta razón, los trucos caseros se han convertido en una opción efectiva y ecológica para la limpieza del hogar.

Uno de los métodos más recomendados es la combinación de limón y bicarbonato de sodio. Esta mezcla no solo ayuda a eliminar la suciedad y las manchas difíciles, también desinfecta y deja un aroma fresco en la cocina. A continuación, te explicamos cómo aplicarlo correctamente.

Limpieza
Desinfecta y quita las manchas de agua de tu fregadero con este truco. Foto: Freepik

¿Por qué usar limón y bicarbonato para limpiar el fregadero?

El limón es un poderoso desinfectante natural que combate bacterias y malos olores. Su acidez disuelve la grasa acumulada y ayuda a eliminar manchas de agua y óxido. Por otro lado, el bicarbonato de sodio es un abrasivo suave que remueve la suciedad sin dañar las superficies. También tiene propiedades desodorizantes, lo que lo convierte en un excelente aliado para eliminar olores desagradables que pueden quedar atrapados en el fregadero y el drenaje.

Paso a paso para limpiar tu fregadero con limón y bicarbonato

  1. Esparce una cantidad generosa de bicarbonato sobre la superficie del fregadero, asegurándote de cubrir bien las zonas con mayor acumulación de suciedad.
  2. Toma un limón fresco y córtalo en dos partes. Usa una mitad como si fuera una esponja y frótala sobre el bicarbonato en movimientos circulares.
  3. Permite que la mezcla repose por unos 5 a 10 minutos para que los ingredientes hagan su efecto y descompongan la grasa y los residuos acumulados.
  4. Usa agua caliente para retirar la mezcla y observa cómo el fregadero recupera su brillo original. Si es necesario, repite el proceso en las áreas con manchas más persistentes.
  5. Para un acabado impecable, seca la superficie con un paño limpio y seco. Esto evitará la formación de manchas de agua y dejará un brillo más duradero.
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