Probablemente estás familiarizado con los tipos más comunes de azúcar, como la de caña, el azúcar glas, la morena o el mascabado. Pero, ¿sabías que existe una variedad de azúcar fuera de lo común? Se trata de la azúcar de lavanda, un endulzante especial que se obtiene al mezclar azúcar común con flores secas de lavanda.
La azúcar de lavanda tiene un delicado toque floral que transforma cualquier receta, aportando un sabor sutilmente dulce y una fragancia única. Este endulzante no solo es ideal para darle un giro elegante a tus postres y bebidas, sino que también es perfecto para platos salados. Su preparación es fácil y deliciosa: basta con triturar las flores secas de lavanda junto al azúcar y dejar reposar para que los aromas se fusionen. Es comúnmente utilizada para endulzar tés, pasteles, galletas, yogur y mucho más, proporcionando un sabor refrescante y especial a cada platillo.
El azúcar de lavanda es un ingrediente versátil que aporta un toque floral y único a diversas recetas. Puedes utilizarlo en galletas de lavanda, helado, smoothies, batidos, pan, macarons, o incluso en yogur natural o griego, creando desayunos o meriendas suaves y refrescantes. ¡Una forma creativa de darle un giro especial a tus platillos!

Cómo preparar azúcar de lavanda
Ingredientes
- 1 taza de azúcar blanca o morena
- 1 cucharada de flores de lavanda secas comestibles
Preparación
- Mezcla los ingredientes: En un procesador de alimentos o mortero, tritura el azúcar con las flores de lavanda hasta que estén bien integradas.
- Reposo: Deja reposar la mezcla en un frasco hermético durante al menos 24 horas para que el azúcar absorba el aroma de la lavanda.
- Opcional: Si prefieres un azúcar más fina, tamízala antes de usarla.