Al terminar el Día de Muertos, una de las preguntas más comunes es qué debes hacer con varios de los elementos que conforman los altares. En este caso, te explicaremos qué hacer con las frutas. Aunque estas forman parte esencial de la ofrenda y representan el elemento que dejamos para nuestros seres queridos que ya no están con nosotros, muchas veces se terminan desperdiciando cuando, en realidad, aún se les puede sacar provecho de distintas formas.
Hay muchas frutas que, aunque ya no luzcan frescas o firmes, siguen siendo comestibles y con un sabor más dulce gracias a la maduración natural. En vez de llevarlas a la basura, podemos darles un segundo uso en el jardín o la cocina. Solo es importante revisar que la fruta no presente problemas como moho, mal olor o textura muy blanda, ya que esto puede indicar que se está fermentando o echando a perder, y tal vez ya no sea apta para utilizarla en otras cosas.
Antes de desechar la fruta del altar, tómate un momento para revisarla. Analiza bien sus características y, si aún está en buen estado, puedes transformarla en diferentes elementos que pueden llegar a ser muy útiles en el hogar. Aquí te enseñaremos cómo darle una nueva vida a esa fruta que sobró del altar de Día de Muertos y te daremos algunos consejos para evitar el desperdicio de comida.
Intégrala a tu cocina
Si la fruta ya no tiene la textura ideal para comerse directamente, pero aún está en buen estado, puedes aprovechar la pulpa para preparar jugos, batidos o purés. Solo necesitas machacarla o licuarla y usarla como base para otras recetas. Por ejemplo, puedes hacer postres, mermeladas y hasta salsas. De hecho, hay muchas frutas que desarrollan un sabor más dulce e intenso cuando maduran un poco a temperatura ambiente.
Deshidrátalas
Otra excelente opción es aprovechar algunas frutas de la ofrenda, como las manzanas o las ciruelas, para deshidratarlas. En este caso, hay algunas piezas que puedes rebanar de forma delgada y luego llevarlas a deshidratar a un horno a baja temperatura o en un deshidratador. Este proceso te permite conservarlas por más tiempo y utilizarlas de formas muy versátiles en el hogar, como snacks, en granolas o incluso como decoración en postres.
Conviértelas en composta
Por último, si tu fruta ya no se puede consumir, pero quieres evitar tirarla, puedes transformarla en composta para no tener tantos desechos orgánicos. Las cáscaras y los restos se descomponen y aportan nutrientes al suelo si los procesas adecuadamente. Incluso hay partes, como las cáscaras del plátano o de los cítricos, que pueden utilizarse directamente para fortalecer la tierra y repeler plagas.
