Cultivar árboles frutales en casa puede ser una experiencia muy gratificante. El proceso de verlos crecer, florecer y finalmente ofrecer frutos es una recompensa excelente por todo el trabajo que requieren. No obstante, para que esto suceda de forma adecuada, es fundamental brindarles los nutrientes necesarios para que lleven a cabo su crecimiento y el proceso de cosecha sin problemas.
Los abonos naturales son una excelente opción para nutrir tus árboles. Nos ayudan a aportar nutrientes esenciales de forma equilibrada mientras, al mismo tiempo, mantenemos la microbiota del suelo activa, mejoramos la absorción de los elementos y fortalecemos el sistema radicular de los árboles. Pero es importante utilizar los abonos adecuados: no todos los árboles frutales tienen las mismas necesidades. El tipo de suelo, el clima y la edad de tu cultivo influirán mucho en la cantidad y el tipo de fertilizante que debes utilizar.
Habrá algunos cultivos que aprovechen mejor los abonos líquidos, mientras que otros respondan de forma diferente a los abonos sólidos. La clave está en identificar qué tipo de abono beneficiará más a tus árboles y aplicarlo correctamente. También es necesario recordar que estos no son los únicos fertilizantes que se pueden utilizar. Al usarlos de forma correcta, puedes hacer una gran diferencia en la salud de tu árbol, pero es importante entender que no son la única opción y que tus árboles pueden verse beneficiados al fertilizarlos adecuadamente con una variedad de abonos orgánicos, siempre y cuando se usen correctamente.
Humus de lombriz
Este abono es ideal para árboles como los cítricos, el aguacate, la guayaba, el mango y hasta los frutos rojos. Se trata de un producto sólido, rico en nitrógeno, fósforo, potasio y microorganismos que nutrirán tu árbol. Aplicarlo es muy sencillo: remueve un poco la tierra alrededor del tronco de tu cultivo y distribuye el humus, mézclalo con el suelo suelto y después aplica un riego ligero para que los nutrientes lleguen hasta las raíces. La cantidad que tendrás que agregar depende mucho de la edad del árbol.
Lixiviado de lombriz
Es un abono líquido recomendado para las manzanas, las peras, los duraznos, las granadas y cultivos como las uvas. Se trata de una versión concentrada de humus y contiene una alta cantidad de nutrientes que son fácilmente absorbibles. Se puede aplicar durante las etapas de crecimiento y floración, y para usarlo solo debes mezclar una parte del líquido por cada 10 partes de agua. Revuelve bien y aplica de forma foliar, rociándolo directamente sobre hojas y flores, o como agua de riego.
Melaza de caña
Esta mezcla se puede utilizar en la mayoría de los árboles frutales. Su principal aporte es la energía, pues aporta azúcares a los microorganismos del sustrato, ayudando a mejorar la estructura del mismo. Para aplicarla, puedes disolver dos cucharadas de melaza en 10 litros de agua, mezclar bien y después utilizar la combinación como si se tratara del agua de riego. Así, mejorarás la disponibilidad de nutrientes en el suelo, mantendrás la tierra fértil y nutrirás tus árboles fácilmente.
