El refrigerador es uno de los electrodomésticos más importantes del hogar, pero también uno de los que más fácilmente acumula olores desagradables. Restos de comida, envases abiertos o líquidos derramados pueden generar un aroma poco agradable que se impregna en todo el interior. Aunque existen desodorantes comerciales, los trucos caseros resultan igual de efectivos y mucho más económicos.
Mantener el refrigerador limpio no solo mejora el olor, sino que también contribuye a conservar los alimentos en mejores condiciones. La desinfección periódica ayuda a eliminar bacterias y hongos que pueden desarrollarse con la humedad o la descomposición de productos olvidados. Por eso, la limpieza debe hacerse al menos una vez al mes o cada vez que se detecte un olor extraño.
Si notas que tu refrigerador despide un aroma persistente incluso después de limpiarlo superficialmente, es momento de hacer una limpieza profunda con ingredientes naturales. A continuación, te compartimos un método sencillo que te ayudará a desinfectarlo y eliminar los malos olores de raíz, se trata de una mezcla casera y con ingredientes que puedes encontrar fácilmente.
¿Cómo quitarle el mal olor al refrigerador?
Desconectar el refrigerador y utilizar utensilios adecuados
Antes de comenzar, desconecta el refrigerador y retira todos los alimentos hasta dejarlo completamente vacío. Saca las repisas, cajones y compartimentos removibles para limpiarlos con un paño húmedo. Usa utensilios de limpieza adecuados, como guantes de plástico, esponjas o trapos suaves, evitando productos químicos agresivos que puedan dejar residuos o impregnarse en las superficies.
¿Cómo hacer la mezcla para quitar el mal olor
Prepara una mezcla con partes iguales de agua tibia y bicarbonato de sodio, una solución natural y segura para eliminar manchas y desinfectar. Con una esponja o paño húmedo, frota esta mezcla sobre las paredes interiores, estantes y cajones. Si encuentras manchas difíciles, aplica una combinación de bicarbonato y vinagre, deja actuar por cinco minutos y enjuaga con agua tibia.
Cuando termines, pasa un paño limpio y húmedo para retirar cualquier resto de la mezcla y deja secar completamente el interior. Una vez que esté seco, vuelve a colocar las repisas y cajones asegurándote de que también estén bien secos. Finalmente, conecta el refrigerador y espera unos minutos antes de guardar nuevamente los alimentos, permitiendo que recupere su temperatura ideal.
