La ofrenda del Día de Muertos mezcla creencias indígenas y aportes europeos, dando lugar a rituales que evocan el vínculo entre los vivos y quienes partieron, es así como cada elemento colocado en el altar tiene un propósito y significado, y entre ellos destacan los cuatro elementos clásicos; agua, fuego, tierra y viento.
Estos cuatro elementos presentes en muchas culturas como pilares de la existencia, también son fundamentales en la cosmovisión mexicana vinculada al Día de Muertos, pues se cree que construyen un entorno simbólico que “sostiene” la presencia espiritual de las ánimas durante su visita.
A continuación, te contamos cómo se representan cada uno de estos elementos en la ofrenda y cuál es su sentido, según fuentes oficiales e interpretaciones tradicionales dentro de nuestra cultura que han pasado de generación en generación.
Día de Muertos: Los elementos representados en la ofrenda y su significado
El agua, fuego, tierra y viento se hacen presentes de esta forma en la ofrenda de muertos:
1.- Agua
Se coloca un vaso o fuente de agua en el altar para que las almas puedan mitigar su sed tras el viaje desde el mundo de los muertos. De acuerdo con el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), simboliza la pureza del alma y la fuente de vida en contraste con la muerte.
2.- Fuego
El fuego está representado por velas o veladoras, pues su llama es guía para que las ánimas puedan encontrar el camino de regreso a sus hogares. Simbólicamente, alumbra el regreso a casa de las almas, representa la luz, la fe y la esperanza entre vivos y muertos.
3.- Tierra
La tierra se manifiesta principalmente a través de alimentos como frutas, pan de muerto, platillos preferidos y elementos que provienen del suelo, como flores, especialmente el cempasúchil y productos agrícolas. Representa la materia, la abundancia y la conexión con lo que nutre al ser humano.
4.- Viento
El viento se simboliza mediante el papel picado, que al moverse con la brisa representa el aliento o la respiración, la fragilidad de la vida y la comunicación entre los mundos (vivos y muertos). Este elemento también se asocia con el copal, pues se cree que purifica el espacio de malos espíritus, atrae y guía a las almas de los difuntos con su aroma.
En la ofrenda del Día de Muertos, los elementos convergen para construir un espacio simbólico donde las ánimas pueden acercarse a quienes las recuerdan. Ahora sabrás la importancia de estos aspectos que le dan vida y sentido a esa tradición mexicana.
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