Las ofrendas de Día de Muertos son mucho más que una tradición para muchas familias mexicanas. En los altares se colocan elementos muy personales como una forma de mantener viva la memoria de aquellos que ya no están con nosotros. Cada elemento suele tener un significado muy especial, y es por eso que podemos ver diferentes formas de decorar estas ofrendas. No obstante, hay elementos que nunca pueden faltar, y entre ellos se encuentran los tradicionales dulces típicos mexicanos.
Muchas veces, los dulces típicos no solo decoran los altares, también son una forma de recordar los sabores tradicionales, las festividades y, por supuesto, los elementos favoritos de las personas a las que dedicamos nuestra ofrenda. Cada dulce tradicional tiene una gran historia detrás, y a menudo se trata de preparaciones que han pasado de generación en generación, conservando técnicas y métodos de preparación artesanales.
Para la temporada de Día de Muertos hay dulces que simplemente no pueden faltar en los altares, sobre todo si se busca crear en casa una ofrenda tradicional. Aquí te vamos a contar sobre esos cuatro dulces típicos que puedes encontrar en los mercados y puestos tradicionales de México y que no pueden faltar este Día de Muertos en tu celebración. Conócelos mejor y sumérgete de lleno en las costumbres y tradiciones mexicanas.
Calabaza en tacha
Una fruta de temporada que se transforma para formar parte de la celebración. Este dulce se prepara con calabaza de Castilla, que se cuece lentamente con piloncillo, canela y otras especias aromáticas, dando como resultado un sabor intenso y caramelizado que nos transporta directamente al otoño. Su color oscuro lo convierte en uno de los dulces más representativos de la temporada y, gracias a su alto contenido de azúcares, suele ser bastante resistente.
Calaveras de alfeñique o chocolate
No hay elemento que represente mejor al Día de Muertos que las tradicionales calaveras de azúcar o calaveras de alfeñique. Estas se elaboran con una mezcla de clara de huevo, azúcar, limón y otros ingredientes para dar forma a una pasta que se pueda moldear en un sinfín de maneras diferentes. Usualmente se preparan en forma de cráneo y se decoran con colores vivos, dando paso a la imagen popular de las calaveritas de Día de Muertos. Estos elementos también se pueden realizar en chocolate o en amaranto.
Dulce de tejocote
El tejocote es otra de esas frutas de temporada típicas del Día de Muertos y del fin de año, y lo mejor de todo es que se trata de un alimento bien arraigado en las costumbres mexicanas. Así que prepararlo y colocarlo en la ofrenda le da ese toque tradicional fácilmente. Para prepararlo, el tejocote se pela y se cocina con azúcar o piloncillo, canela y agua, dando como resultado un almíbar intenso y festivo, lleno de color.
Dulces y jamoncillos de pepita
Estos dulces se elaboran a partir de una masa hecha de pepitas de calabaza cocinada con azúcar. Con la pasta se moldean figuras coloridas de tonos vivos para resaltar detalles. Antiguamente se hacían con almendras, pero hoy en día es bastante tradicional la versión hecha de pepita. Son un dulce muy tradicional y, a menudo, los puedes encontrar en mercados en forma de figuritas de frutas, animales, calaveras y otros motivos de la festividad.
