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¿Cómo conservar tomates sin que se pudran? | Recomendaciones básicas para lograrlo

En esta guía podrás conocer algunas recomendaciones básicas para conservar tomates por más tiempo sin que se pudran

¿Cómo conservar tomates sin que se pudran? | Recomendaciones básicas para lograrlo
Evita que los tomates se pudran Foto: Shutterstock / Especial / Imagen Ilustrativa

Aprender a conservar tomates es un paso importante para preservar su frescura y evitar que se pudran, pero si por alguna razón, esta tarea resulta ser complicada en la cocina y constantemente, este vegetal termina por echarse a perder, es momento de conocer algunas recomendaciones básicas para hacerlo a la perfección.

Aunque la forma correcta de hacer que se mantengan frescos por más tiempo, es recurriendo al método de refrigeración, hay que hacer este proceso de forma cuidadosa tomando en cuenta algunos puntos esenciales que garantizarán el buen estado de los vegetales.

Con la siguiente guía podrás tomar en cuenta algunas recomendaciones básicas para aprender a conservar tomate sin que se pudran, teniendo la oportunidad de almacenarlos hasta por 2 semanas sin que pierdan su textura, sabor y color. Así que presta mucha atención y descubre cómo conservar los jitomates en perfecto estado.

¿Cómo conservar tomates sin que se pudran?

Primero es importante verificar que todas las piezas cuenten con la frescura necesaria para resguardarse o almacenarse por más días, trata de escoger tomates en excelentes condiciones para asegurarse que puedan durar en las mejores condiciones.

Una vez que tienes todas las piezas con la frescura necesaria para hacer almacenadas, enjuaga con un poco de agua para retirar la tierra o posibles restos de suciedad y deja escurrir perfectamente, de preferencia puedes secar con una servilleta de papel o trapo limpio de cocina. Lo siguiente será:

  1. Colocar los tomates limpios y perfectamente secos en una bolsa de plástico hermética.
  2. Colócalos en el cajón para verduras del refrigerador sin que otros alimentos los aplasten.

Pese a que el frío afecta la textura y el sabor de los tomates, haciéndolos harinosos, con este método se conservan con precaución, ya que la bolsa de plástico los cubre ligeramente, mientras tienen una frescura necesaria para evitar que se maduren demasiado y comiencen a pudrirse.

Cuando los necesites utilizar, simplemente escoge las piezas que ya estén más maduras y vuelve a guardar de la misma manera las piezas restantes para que se puedan conservar hasta por dos o tres semanas dependiendo su calidad.

Con estas recomendaciones básicas, los tomates podrán durar por mucho más tiempo sin perder su textura y su sabor, teniendo la oportunidad de disfrutarlos en los próximos días para convertirlos en deliciosas recetas o platillos frescos para la comida.

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