Con las recientes prohibiciones a colorantes comerciales y sus posibles efectos en la salud, muchas personas están buscando alternativas saludables y naturales para aportar un toque de color a los alimentos. Lo mejor de todo es que existen varias formas de hacerlo, pues los mismos alimentos que consumimos en el día a día, como frutas y verduras, pueden servir como colorantes naturales si se procesan adecuadamente. Aquí te diremos más sobre ello.
En el mundo de la cocina, existen muchos alimentos que pueden aportar color de forma natural, y basta con agregarlos a tus diferentes platillos para que aporten su característico tono fácilmente. No obstante, esto requiere muchas veces aportar humedad, dulzor y otras características que nuestra receta no necesariamente debe llevar.
Por eso te enseñaremos a procesar correctamente todos los elementos que suelen utilizarse como colorantes, para que así puedas usarlos en la cantidad justa y de un modo que no altere demasiado la textura o el sabor de tus alimentos. También debes tener en cuenta que estos son colorantes naturales, así que, aunque pueden llegar a ser muy potentes, no tendrán el mismo efecto que un colorante comercial. Considéralo si requieres que tus preparaciones tengan un tono muy específico.

Rojo
El colorante rojo natural se puede lograr a partir del betabel. Este alimento cuenta con un tono muy particular y potente que puede pintar toda clase de recetas. Para aprovecharlo, te recomendamos que cortes el betabel en tiras muy finas y luego las dejes deshidratar hasta que estén completamente secas. Tritúralas hasta convertirlas en un polvo, y esto podrás utilizarlo como si se tratara de un colorante rojo comercial.
Amarillo
Existen muchos alimentos que pueden dar color sin alterar el sabor de tus recetas y que aportarán un asombroso tono dorado a tus preparaciones. Un ejemplo de ello es la cúrcuma o el azafrán. Ambos pueden dar color amarillo a tus recetas. En el caso de la cúrcuma, te recomendamos utilizarla en forma de polvo, ya que así puede pigmentar mejor los alimentos. Si necesitas integrar el colorante de forma líquida, puedes hacer una infusión de azafrán concentrada para obtener este tono.
Verde
El color verde es uno de los tonos más fáciles de lograr, ya que es el color más abundante en la naturaleza. Este lo puedes lograr fácilmente con verduras de hoja verde deshidratadas y pulverizadas, sobre todo aquellas que tienen un tono profundo, como las espinacas. Pero si quieres lograr un tono intenso y fácil, puedes utilizar espirulina verde como colorante, ya que este producto es muy fácil de encontrar en forma de polvo.
Azul
El tono azul puede ser difícil de lograr si no tienes los elementos correctos en tu cocina. Hay muy pocos alimentos que pueden aportar este color, pero con los elementos adecuados puedes hacerlo fácilmente. La forma más sencilla de lograr un tono azul en tus preparaciones de forma natural es agregando espirulina azul, un alga en forma de polvo que puedes encontrar fácilmente en tiendas naturistas y supermercados.
Púrpura y rosa
Algunas frutas pulverizadas pueden ayudarte a lograr tonos violetas o magentas de forma fácil, sobre todo las bayas deshidratadas y pulverizadas. Así que, si quieres aportar un tono rosado o púrpura a tus preparaciones, te recomendamos utilizar moras azules en polvo o frambuesas liofilizadas y trituradas. Su poder de pigmentación es bastante bajo y, además, pueden aportar sabor a tu preparación. Así que úsalas con precaución.