Ajo y cebolla: Estos dos ingredientes te ayudarán a ahuyentar mosquitos en épocas de lluvia

Con la llegada de las lluvias, los mosquitos encuentran condiciones ideales para reproducirse y convertirse en una molestia en nuestros hogares. Estos insectos, además de causar picaduras incómodas, pueden ser vectores de enfermedades como el dengue, el zika y el chikungunya. Aunque existen muchos repelentes químicos en el mercado, algunas personas prefieren optar por soluciones más naturales y menos agresivas para la salud. En este sentido, el ajo y la cebolla se destacan como dos ingredientes que, además de ser básicos en la cocina, pueden ayudarte a mantener a los mosquitos a raya.

¿Por qué el ajo y la cebolla son efectivos contra los mosquitos?

El ajo y la cebolla son conocidos por su fuerte olor, producto de los compuestos sulfurados que contienen. Estos compuestos, como la alicina en el ajo y la tiosulfina en la cebolla, no solo son responsables de sus propiedades medicinales, sino que también resultan desagradables para muchos insectos, incluyendo los mosquitos. Al utilizar estos ingredientes, se crea una barrera olfativa que confunde y repele a los mosquitos, evitando que se acerquen a las áreas tratadas. 

¿Cómo preparar un repelente casero con ajo y cebolla?

Preparar un repelente natural con ajo y cebolla es sencillo y económico. A continuación, te compartimos dos métodos que puedes utilizar para aprovechar sus propiedades repelentes.

Ingredientes:

• 1 cabeza de ajo
• 1 cebolla grande
• 1 litro de agua
• 1 cucharada de vinagre blanco (opcional)
• Botella con atomizador

Preparación:

1. Pela la cabeza de ajo y la cebolla, y pícalos en trozos pequeños. No es necesario que sean cortes precisos, ya que el objetivo es liberar sus aceites esenciales.
2. En una olla, añade el agua junto con el ajo y la cebolla picados. Deja hervir la mezcla durante 10 minutos, lo que permitirá que los compuestos activos se liberen en el agua.
3. Retira la olla del fuego y deja reposar la mezcla hasta que se enfríe. Una vez fría, cuela el líquido para separar los sólidos y vierte el líquido en una botella con atomizador. Si deseas potenciar el efecto, puedes añadir una cucharada de vinagre blanco.
4. Rocía este repelente en las ventanas, puertas y otras áreas por donde puedan entrar los mosquitos. También puedes aplicarlo en la piel, pero hazlo con precaución y prueba primero en una pequeña área para evitar reacciones alérgicas.