Utiliza las cáscaras de cebolla para crear un abono casero para nutrir tus plantas

¿Sabías que las cáscaras de cebolla tienen grandes beneficios para tus plantas? Así es, este elemento que comúnmente desechamos al limpiar y cocinar con cebollas puede tener un segundo uso para los cultivos de tu huerto o jardín, ayudando a potenciar su crecimiento y protegiéndolos de diferentes problemas comunes. Aquí te enseñaremos cómo aprovechar las cáscaras de cebolla y para qué te pueden servir.

Usualmente, al cocinar con cebolla, solemos retirar la primera capa de este vegetal, ya que se encuentra reseca o no está del todo fresca. Este elemento invariablemente termina en la basura, y aunque puede llegar a utilizarse para elaborar fondos y caldos, también puede aprovecharse fácilmente para otros propósitos gracias a sus beneficios. En esta ocasión, te enseñaremos cómo utilizar las cáscaras de cebolla como un abono bastante especial.

Beneficios de las cáscaras de cebolla para tus plantas

El abono de cáscara de cebolla puede añadir muchos nutrientes al sustrato de tus plantas, ayudando a potenciar su crecimiento y mejorar su salud. No obstante, este no es el único beneficio que puedes extraer de la cáscara de este vegetal. La cáscara de cebolla y el abono preparado con ella también son excelentes repelentes naturales que te ayudarán a combatir plagas como los ácaros o los pulgones, e incluso llegando a ser una gran aliada contra diferentes hongos que pueden atacar a tus cultivos.

Preparar este abono es bastante sencillo: simplemente debes colocar las cáscaras y los restos de la cebolla que has ido acumulando en la cocina en una botella con agua. Al dejar reposar este preparado, la cebolla irá liberando sus compuestos en el líquido y obtendremos un abono fácil de aplicar. Sin embargo, debes seguir las proporciones correctas. Con el paso a paso que dejamos a continuación, te lo explicaremos a profundidad.

Abono casero de cáscaras de cebolla

Ingredientes

• 1 taza de Cáscaras de cebolla
• 1 litro de Agua

Procedimiento

• Recolecta cáscaras y restos de cebolla en un recipiente hermético en el refrigerador por varios días.
• Cuando tengas la cantidad suficiente, trocea con ayuda de un cuchillo o unas tijeras.
• Coloca en el fondo de un recipiente o botella desechable.
• Incorpora el agua hasta cubrir por completo la cebolla.
• Agita bien y deja reposar en un lugar oscuro y seco por 5 días.
• Cuela y tendrás el concentrado para el abono de cebolla.

Cómo aplicar el abono casero de cebolla

Una vez que tengas el concentrado, deberás diluirlo para poder aplicarlo en tu huerto, ya que este abono resulta muy intenso y potente, por lo que puede llegar a dañar tus plantas. Para ello, debes utilizar la siguiente proporción: agrega un litro de agua por cada media taza del preparado concentrado. Al mezclar estos dos elementos, puedes aplicar directamente en el sustrato como agua de riego o sobre las plantas para que tu abono también ayude a repeler plagas.

Recuerda que cualquier abono o fertilizante casero se debe aplicar por la mañana o bien por la tarde, evitando las horas de luz intensa para que pueda permanecer el tiempo suficiente en el sustrato, o para evitar que los compuestos del producto reaccionen con tus plantas, dañándolas. También es necesario que al realizar esta preparación utilices agua desclorada o agua de lluvia para prevenir el exceso de minerales dañinos en tu huerto.