El mango es una fruta que nos da muchas alegrías, contenido para redes sociales y hasta chismes como en el caso de La Casa de los Famosos. Sin embargo, más allá de eso, la verdad es que es que resulta interesante saber cómo cuidar nuestro árbol de mangos para que nos dé la mayor cantidad de frutos.
Una de las partes vitales dentro de los cuidados de un árbol de mango, además de mantenerlo libre de plagas, es la poda, que se refiere al momento en el que nos deshacemos de ramas y hojas que no le suman beneficios y le roban energía a nuestro ejemplar. Pero para ello existen algunas técnicas que benefician más que otras.
La poda es importante durante el cultivo de este árbol, ya que mejora la producción y la calidad del fruto y ayuda a mantenerlo saludable, vigoroso y productivo. Al realizarla correctamente favorecemos la entrada de luz al interior de la copa, prevenimos enfermedades. Además estimulamos el crecimiento de nuevas ramas.
¿Cuándo es el mejor momento de podar un árbol de mango?
Existen 3 momentos clave en los que debemos de podar el árbol: Durante los primeros años, para darle la estructura deseada, cuando los árboles son adultos, para mantener un crecimiento entre crecimiento vegetativo y fructificación o el momento de saneamiento, que se realiza en cualquier época del año para eliminar ramas enfermas, muertas o dañadas.
¿Cómo podar un árbol de mangos?
1. Cuida las herramientas y los cortes que hagas
Antes de comenzar con la poda, debes de adquirir herramientas adecuadas, como unas tijeras de podar afiladas y desinfectadas para evitar la transmisión de enfermedades. Después, con ellas deberás de realizar los cortes por encima de una yema o rama lateral, dejando un corte limpio y suave.

2. Cuida la época en la que harás la poda
Es importante cuidar la época en la que podas. Te recomendamos evitar durante la floración o fructificación, ya que esto puede afectar la producción. Sin embargo, te recomendamos observar el árbol con frecuencia para detectar cualquier problema y realizar las podas necesarias.
3. Corta cerca de la base de cada rama
Corta lo más cerca posible de la base de la rama, pero sin dañar el tallo principal. Si tienes que retirar una rama grande, hazlo por etapas para evitar dañar la corteza o la madera.
4. Quita los brotes que crecen hacia adentro
Elimina los brotes que crecen hacia dentro o demasiado pronunciados hacia arriba.
5. Corta la copa del árbol
Recorta la copa del árbol para que crezca de forma suelta.