Plantas y jardín
Cuidados para mantener tus plantas de menta frondosas y aromáticas
Con estos sencillos cuidados, podrás obtener hojas frescas y aromáticas de tu planta de mentaLa menta es una de las hierbas más populares en los huertos caseros, conocida por su aroma fresco y sus múltiples usos en la cocina. Ya sea para preparar infusiones, aderezar ensaladas o darle un toque especial a tus platillos, tener una planta de menta en casa es una gran ventaja. Sin embargo, mantenerla frondosa y aromática requiere de ciertos cuidados que no puedes pasar por alto. Aquí te compartimos los mejores consejos para que tu menta crezca sana y vigorosa durante todo el año.
Lugar adecuado
El primer paso para asegurar el éxito de tu planta de menta es elegir un lugar adecuado para su crecimiento. La menta prospera en lugares con luz solar indirecta. Es importante que reciba entre 4 y 6 horas de luz al día, pero evita la exposición directa al sol durante las horas más intensas, ya que esto puede quemar las hojas. Si decides plantarla en una maceta, asegúrate de colocarla en un sitio donde pueda recibir luz filtrada, como cerca de una ventana.
Riego
El riego es un paso importante para que la planta de menta tenga abundantes hojas y esté llena de vida. Esta planta necesita un suelo húmedo, pero sin excederse de agua, ya que puede provocar que las raíces se pudran. Un buen consejo es regar la menta cuando la capa superior del sustrato se sienta seca al tacto, asegurándote de que la maceta tenga un buen drenaje. Durante los meses más cálidos, es probable que necesite riegos más frecuentes, mientras que en invierno puedes reducir la cantidad de agua.
Buena poda
La poda estimula el crecimiento de nuevas hojas y mantener la planta en forma. Cada dos o tres semanas, corte las puntas de los tallos, especialmente si la planta empieza a crecer en altura más que en anchura. Esto ayudará a que la menta desarrolle un follaje más denso y frondoso. No tengas miedo de podar enérgicamente, ya que la menta es una planta muy resistente y se recupera rápidamente. Además, al cortar las hojas, puedes aprovecharlas para secarlas y conservarlas.
Protege a la menta de las plagas
Finalmente, aunque la menta es relativamente resistente a las plagas, es importante estar atento a la presencia de insectos como pulgones o arañas rojas. Si notas su aparición, puedes eliminarlos rociando las hojas con una mezcla de agua y jabón potásico, siempre aplicándolo al final del día para evitar quemaduras por el sol.