Huerto urbano
Esta guía te ayudará a preparar la tierra de tu huerto para que los cultivos exploten de frutos
La tierra para árboles frutales se debe de preparar de una manera específica para que tenga todos los nutrientes necesarios y específicosCuidar las plantas del huerto es una tarea que tenemos que hacer día a día. Sin embargo, hay actividades como la fertilización o el cambio de tierra, que son completamente necesarios, especialmente cuando quieres cultivar árboles frutales. Por esa razón es que hoy queremos compartir contigo una guía para que prepares esta tierra y la uses para tus cultivos.
La tierra para árboles frutales se debe de preparar de una manera específica para que tenga todos los nutrientes específicos que más tarde puedan ayudar a tus arbolitos a estallar de frutos en sus respectivas temporadas. Así que si tienes interés en aprovechar el clima del verano, entonces puedes seguir este paso a paso para que compruebes por ti misma si funciona o no.
Cabe señalar, que los árboles frutales necesitan a menudo diversos tipos de tierra, todo depende de la fruta que quieras sembrar y de las condiciones en las que naturalmente se suele dar el árbol. Sin embargo, la realidad es que los nutrientes que le hacen falta suelen ser los mismos, así que presta atención para que una vez que sepas qué tipo de tierra necesitarás, la nutras de la manera adecuada.
1. Elige un sitio con exposición solar
La mayoría de los árboles frutales demandan mucha luz para un gran crecimiento, por lo que es vital que coloques tu maceta con buen drenaje en un lugar donde reciba de 6-8 horas de luz solar directa al día, aún si apenas es la tierra y no hay planta.
2. Verifica que la tierra tenga un pH adecuado
La mayoría de los árboles frutales prefieren un pH entre 6.0 y 7.0. Verifica que se cumpla este punto y ajústalo si es necesario: Agrega cal para elevar el pH ácido o azufre para bajar el pH alcalino.
3. Cuida la estructura del suelo
Ara o cava profundamente el área donde plantarás los árboles para aflojar el suelo y mejorar la aireación. Incorpora compost bien descompuesto, estiércol compostado o materia orgánica para mejorar la estructura del suelo, la retención de agua y la fertilidad. Si el suelo es arcilloso, agrega arena gruesa para mejorar el drenaje. Si es arenoso, agrega turba o compost para mejorar la retención de agua.
4. Nutrientes y fertilización
Antes de plantar, mezcla fertilizantes de liberación lenta ricos en fósforo y potasio en el hoyo de plantación para promover el desarrollo de raíces y la floración. Asegúrate de que el suelo contenga micronutrientes esenciales como hierro, manganeso, zinc y cobre, que son importantes para la salud del árbol.
5. Cuida que tenga espacio para una futura plantación
Cuando llegue el momento de plantar, cava un hoyo que sea al menos el doble del diámetro del cepellón del árbol y tan profundo como su sistema de raíces.
6. Cuidados después de la plantación
Después de plantar, riega abundantemente para garantizar humedad, más no encharcamiento durante las primeras semanas. Luego, puedes aplicar una capa de mantillo orgánico alrededor del árbol, evitando el contacto directo con el tronco, para conservar la humedad, regular la temperatura del suelo y suprimir las malas hierbas.
7. Protege la tierra de los cambios bruscos de temperatura
Instala protectores de tronco si es necesario para proteger contra daños por animales y fluctuaciones extremas de temperatura.