Si tienes una piedra pómez en el hogar, sabes lo útil que puede llegar a ser a la hora de la limpieza. Este elemento puede dejar tus ollas y otros utensilios libres de manchas y comida pegada en segundos. Sin embargo, si no la usas correctamente, corres el riesgo de dañar tus trastes, rayándolos y lastimando el acabado de los mismos. Por eso, te daremos algunos consejos para usarla correctamente.
¿Qué es la piedra pómez? Úsala así para lavar trastes
La piedra pómez es una roca de origen volcánico muy porosa. Si se utiliza en el lavado de trastes, notarás cómo va desgastándose rápidamente debido a su suavidad. Sin embargo, su textura ligeramente abrasiva también es capaz de dañar algunas superficies y acabados en tus trastes. Este tipo de producto de limpieza lo puedes encontrar en varias presentaciones, pero lo más común es adquirirla en piedras completas o en forma de polvo.
¿Qué trastes puedes tallar con la piedra pómez?
Aunque puedes usar la piedra pómez en casi todo tipo de superficies, lo mejor es evitar aquellas que sean demasiado sensibles o tengan un acabado frágil. Por ejemplo, el vidrio o la cerámica son elementos que debes limpiar con cuidado, mientras que los c que no tengan algún acabado especial pueden ser tallados sin problema con este tipo de piedra.
¿Cómo usar la piedra pómez sin dañar tus trastes?
Para usarla, te recomendamos humedecer la piedra antes de aplicarla. Esto ayudará a suavizarla y a que sea mucho más fácil limpiar con ella. También es una buena idea humedecer la zona que vas a limpiar, así la piedra puede actuar con mayor efectividad. Además, puedes combinar la piedra pómez con otros elementos de limpieza como el jabón líquido. Esto creará una textura aún más poderosa cuando se trata de limpiar manchas y suciedad pegada.

Recuerda que, al igual que los utensilios, tus manos pueden verse afectadas por la piedra pómez y este utensilio, junto con otros productos de limpieza, pueden llegar a resecar y dañar la piel de tus manos. Por eso, te recomendamos que utilices guantes de goma al usarla o al lavar trastes para que tu piel no sufra estragos. Una vez que utilices tu piedra pómez, lo mejor es dejarla secar por completo para evitar que la acumulación de humedad pueda llegar a generar bacterias.