El abono y el fertilizante son dos soluciones que se emplean con el objetivo de nutrir los árboles frutales y otros cultivos importantes del huerto urbano para que estos puedan crecer en óptimas condiciones. Sin embargo, aunque parecieran ser iguales, no son lo mismo y entre ellos tiene una diferencia que no todas las personas conocen.
Qué diferencia tienen
El primero suele aplicarse en forma sólida al ser elaborado mayoritariamente sustancias orgánicas con principios activos naturales, mientras que los fertilizantes tienden a ser químicos o fórmulas líquidas, puesto que el método estándar de aplicación es a través de su disolución con el agua de riego.
Su composición y aplicación son la diferencia más sobresaliente, después de todo, ambos se dedican a agregar nutrientes esenciales para el huerto. Así que si en casa tienes un par de árboles frutales que constantemente fortaleces a cargo de un buen abono y fertilizante, a continuación puedes descubrir algunos ejemplos de estas excelentes opciones.

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Ejemplos de abono y fertilizante natural para los frutales
Estas opciones son completamente naturales y dan la oportunidad a algunos ingredientes o desechos de la cocina para nutrir los árboles frutales con una solución suave de gran enriquecimiento.
- Abonos naturales: Son creados con desechos de la cocina como cáscaras de huevo, cáscaras de plátano y restos de frutas o verduras. Agregando la materia orgánica completamente sólida.
- Fertilizantes: Son de base líquida y a pesar de que pueden utilizar algunos ingredientes culinarios como canela y hojas de laurel, también suman esfuerzos con elementos naturales como ceniza de leña.
Ahora que sabes cuál es la diferencia entre el abono y el fertilizante, además de algunos ejemplos que se pueden utilizar para fortalecer los árboles frutales, no dudes en agregar estas soluciones dentro del huerto urbano para garantizar una cosecha abundante con frutos grandes y de consistencia perfecta.