Acabamos de tener todo un espectáculo de lunas durante esta semana de marzo y si observamos bien el cielo la luna ya ha empezado a dejar de tener la forma del círculo perfecto. Esa es una señal importante para la astrología, para la marea y aunque no lo creas, también para la agricultura, pues desde tiempos ancestrales se cree que las fases de la luna influyen no sólo en el crecimiento, sino en el mantenimiento de los cultivos.
Para un gran número de civilizaciones antiguas, como China e India, la luna tiene un gran peso no sólo en la vida espiritual y energética de los humanos, sino también en las plantas. Por eso es que tanto en la siembra, como en la poda y la cosecha, los antiguos y algunos agricultores contemporáneos cuidan realizar (o no) algunos procesos durante ciertas fases de la luna.
Se cree que algunas fases contribuyen más a la germinación y fructificación de nuestros cultivos que otras. Se puede estimular o retrasar la producción de los frutos cuando realizas actividades como poda y siembra en la correcta o incorrecta fase lunar y por eso como ahora que es primavera, se acercan las fechas tanto de poda, como de cosecha debemos de conocer esta información.
¿En qué fase de la luna es mejor podar nuestros árboles frutales?
De acuerdo con diversos blogs especializados en agricultura, si queremos que nuestros árboles frutales u otras plantas que necesiten podarse, renazcan vigorosas y abundantes, la poda debe de hacerse en la fase de luna creciente. Y si por alguna razón tu árbol está dando más hojas que flores o frutos, la poda debe de ser en cuarto menguante.
Influencia de la luna sobre las plantas
Hay diversas teorías sobre la influencia que tiene la luna en las plantas y una de las hipótesis de estas dice que las plantas experimentan algunos cambios, porque el campo gravitatorio del astro, afecta el agua o savia de las plantas de la misma manera que ocurre con las mareas. Sin embargo, no hay estudios científicos que sustenten esto.

Una segunda hipótesis asegura que la influencia de la luna sobre las plantas podría deberse a su luz, que podría ser capaz de crear un efecto electromagnético al alterar la tensión superficial del agua en los tejidos de las plantas, pues al ser apenas de un 15% de la luz solar, podría penetrar el suelo y afectar la germinación, crecimiento, nutrición y comportamiento de las plantas. Sin embargo, también a esta teoría le hacen falta pruebas científicas.