El pulpo es una de las proteínas más populares para disfrutar durante la temporada de Cuaresma; además, cuenta con una versatilidad gastronómica perfecta para preparar deliciosas y frescas recetas, desde tostadas, empanadas, cócteles de mariscos y otros platillos exquisitos.
Prepararlo desde casa puede ser un proceso bastante sencillo si se tienen los conocimientos pertinentes para que quede de forma perfecta y evitar que su carne obtenga una consistencia dura o chiclosa. Así que si en esta época del año tienes por objetivo preparar un rico platillo a base de este marisco, es mejor que prestes atención a la siguiente información.
A continuación, podrás conocer un sencillo truco para cocinar el pulpo de forma perfecta y tener como resultado una carne bastante suave con el sabor indicado para disfrutarlo con toda la familia. Evita repetir errores en la cocina con estas recomendaciones básicas.
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¿Qué hacer para que el pulpo no quede chicloso o duro?
Una vez que tienes el pulpo completamente limpio y listo, deberás ablandar un poco dando pequeños golpes en sus tentáculos con un objeto duro, puedes utilizar un aplanador para pollo.
Ahora deberás realizar algo que se llama “golpe de congelación”, un truco infalible para cocinar esta proteína que consiste en colocarlo dentro una bolsa de plástico resistente al congelador con cierre hermético, golpea la bolsa contra una superficie dura varias veces. Este proceso ayuda a romper las fibras musculares, para lograr una textura más tierna después de cocinarlo.
Déjalo durante toda una noche dentro del congelador y al día siguiente guárdalo en el refrigerador para que en las próximas horas vaya descongelándose de poco en poco, una vez que está completamente descongelado, deberás sumergirlo en una olla con agua hirviendo. Solo toma una parte del pulpo y sumerge los tentáculos durante cinco u ocho veces.
Lo siguiente es colocarlo en una olla con suficiente agua: un trozo de cebolla, una pizca de sal en grano, un chorrito de aceite de oliva e incluso algunas especias de tu preferencia para darle sabor. Aquí terminará su proceso de cocción durante aproximadamente hora y media hasta que esté completamente suave.
Lo único que resta es drenar el líquido cortarlo en cubos o prepararlo dentro de la receta que más se te apetezca en esta temporada de Cuaresma. Después de seguir este truco que consiste en golpear ligeramente y congelarlo, la carne de este marisco quedará sumamente suave y sin ese efecto chicloso.
