Actualmente, la Ciudad de México se enfrenta a una temporada de sequía y desabastecimiento de agua bastante importante. Aunque los esfuerzos individuales tienen poco impacto en el cuidado del agua, es importante ayudar a conservar y cuidar este recurso en el hogar. Por eso, te daremos algunos consejos que puedes aplicar para ahorrar agua en la cocina y en la limpieza de tu casa.
Ahorra agua remojando los trastes antes de lavarlos
Una de las prácticas que más agua gasta en la cocina es el lavado de trastes. Lo más recomendable es remojar muy bien los utensilios que quieres lavar para ayudar a desprender mejor los restos de comida, sobre todo cuando se trata de ollas y sartenes. De esta manera, evitarás gastar demasiada agua enjuagando una y otra vez los elementos que laves.
Reutiliza el agua con la que lavas frutas y verduras
Para lavar frutas y verduras, es conveniente utilizar un recipiente y una sola porción de agua para limpiar la mayor cantidad posible de vegetales. Después, deberás desinfectarlos y serán seguros para comer. Evita lavarlos directamente bajo el chorro de agua y dejar la llave abierta mientras realizas esta práctica. Además, el agua de lavado de los vegetales puede usarse para regar plantas.
Evita descongelar alimentos sumergiéndolos en agua
Si necesitas descongelar alimentos, evita colocarlos en agua que tendrás que cambiar constantemente para que se descongelen. En cambio, descongela gradualmente con la temperatura de tu refrigerador. Aunque esta práctica puede llevar más tiempo, te permitirá ahorrar bastante agua en la cocina.
Utiliza cargas completas en tu lavadora y lavavajillas
Si piensas utilizar la lavadora o el lavavajillas, aprovecha al máximo las funciones de carga completa. Evita lavar cargas medias o mínimas, ya que el consumo de agua de estos electrodomésticos es alto. Además, muchos detergentes son amigables con el medio ambiente, lo que permite que el agua de lavado pueda ser aprovechada para regar plantas y cultivos.
Recoge el agua fría de la regadera para limpiar el piso
Si eres de los que deja corriendo el agua en la regadera hasta que salga caliente, coloca una cubeta o un bote debajo del agua para recoger el líquido mientras llega a la temperatura ideal. Después, puedes aprovechar esta agua para limpiar el hogar, trapear los pisos o incluso para usar el inodoro y evitar grandes descargas de agua.
