La guanábana es una fruta originaria de las zonas tropicales de América del Sur, pertenece a la familia de las Annonáceas, en México se cultiva en diez estados, siendo Nayarit el principal productor de este alimento. La guanábana es similar a la chirimoya, se caracteriza por tu gran tamaño, tiene cáscara gruesa de color verde y con espinas, la tonalidad de su piel cambia de cuando ya está madura.
La guanábana tiene apariencia ovalada y se caracteriza por su pulpa blanda generalmente de color blanco, es jugosa y sabor agridulce y en su interior alberga semillas de color negro. Con ella se pueden preparar refrescantes bebidas, postres, mermeladas, jugos, por mencionar algunos. Es una fruta rica en nutrientes, aporta vitaminas del complejo B, vitamina C, así como minerales entre los que destaca el hierro, el fósforo, el calcio, el zinc y el potasio. Su consumo ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
La temporada en la que podemos disfrutar de esta refrescante fruta es de abril a noviembre, por lo que si estabas pensando en preparar un espacio para cultivarla en casa este es el momento. En la siguiente guía podrás conocer los sencillos pasos para cultivarla en maceta.

Guía para cultivar guanábana en maceta
Adquiere las semillas
Para comenzar deberás de extraer las semillas de guanábana de un fruto maduro. Puedes usar 5 o 6 semillas. Posteriormente, lávalas muy bien retirando el resto de la pulpa y colócalas en un recipiente con agua y deja remojar por 24 horas.
Prepara el semillero
En una maceta pequeña con buen drenaje coloca tierra fértil y con sustrato, realiza pequeños hoyuelos de aproximadamente 2 cm de profundidad, introduce las semillas en cada uno de los hoyuelos. Asegúrate de dejar espacio entre cada una de las semillas que coloques. Cubre con más tierra y riega frecuentemente.
Deberás de mantener la tierra húmeda por aproximadamente de 4 a 6 semanas. Al cabo de este tiempo comenzarás a ver que las plantas han germinado.
Trasplante
Cuando los primeros brotes ya alcancen de 10 a 15 centímetros será momento de trasplantar a una maceta mucho más grande. Para ello, deberás de elegir tierra de buena calidad.
Coloca la tierra en la nueva maceta y realiza un orificio de mediana profundidad, con mucho cuidado y con ayuda de una palita realiza el trasplante, evita lastimar la raíz de la planta. Riega y mantén la planta protegida de los vientos y bajas temperaturas. A partir de aquí, en pocos meses podrás ver el crecimiento de tu planta.
Cuidados básicos
Realiza los cuidados necesarios para que pueda desarrollarse adecuadamente, aplica riego constante, coloca la maceta en un espacio donde reciba luz y protégelo de las plagas. Cabe destacar que el proceso de crecimiento es lento, por lo que debes de tener paciencia para recibir los primeros frutos.