El pavo es uno de los platillos tradicionales que se ofrecen en Navidad, por lo que al tratarse de uno de los alimentos principales durante esta época del año, seguro que se acostumbra a preparar en grandes porciones, mismas que llegan a sobrar si no se calcula bien la cantidad necesaria para los comensales invitados.
Si por alguna razón sobró una generosa cantidad de pavo durante esta Navidad y si necesita saber si la carne aún se mantiene en óptimas condiciones, primero es importante considerar el estado del alimento por medio de algunos puntos claves que permitirán identificar si aún es viable comer este delicioso platillo días después de haber celebrado la Nochebuena.
Con la siguiente información podrás conocer 5 claves que te permitirán identificar si la carne de pavo aún no se ha echado a perder y por lo tanto, se puede disfrutar en otras recetas o como parte del recalentado navideño. Toma en cuenta cada aspecto para determinar si este delicioso platillo aún es apto para su consumo.
¿Cuánto tarda en echarse a perder la carne de un pavo?
Primero es importante mencionar que la carne de pavo una vez que se encuentra cocida, puede durar de 3 a 4 días, siempre y cuando después de su cocción, se haya mantenido a temperaturas óptimas, optando por la refrigeración cuando la comida se enfrío.
La carne de pavo es una de las proteínas de origen animal más delicadas que existen, al igual que el pescado fresco, se recomienda que al estar cruda o cocida siempre se trate de conservar en refrigeración o en algunos casos, hasta en refrigeración.
¿Cómo saber si el pavo está echado a perder?
Descubre cinco claves para saber si la carne de pavo una vez cocida no se ha echado a perder.
1.- Olor
El pavo debe oler fresco, con el aroma característico de la carne cocida y las hierbas o especias con las que se haya preparado. Cuando presenta un aroma ácido o agrio, lo más probable es que la carne está entrando a un proceso de descomposición.
2.- Textura de la carne del pavo
La carne debe estar firme pero jugosa. Si lo presionas, debería tener una textura suave pero consistente. En cambio, si su carne se muestra viscosa y demasiado blanda, lo más probable es que esté en mal estado.
3.- Color
Debe tener un color uniforme en la carne, que puede variar de blanco a un tono ligeramente rosado (dependiendo de la parte del pavo). Jamás comas un pavo que presente una carne con color extraño, con coloraciones grisáceas.
4.- Tiempo de almacenamiento
Aunque parezca extraño, el tiempo de almacenamiento se relaciona con alimentos seguros para consumir, así que si el pavo una vez que se coció y enfrió, no se ha mantenido en refrigeración, cabe la probabilidad de que su carne ya no esté fresca e incluso presente signos de descomposición.
5.- Sabor
Si mantiene un olor y color adecuado, la “prueba de fuego” será el sabor que presenta el pavo. Puedes probar un pequeño trozo de carne, si el sabor es amargo, ácido o "extraño", no sigas comiéndolo, pues la descomposición bacteriana puede alterarlo sin que haya cambios notables en la apariencia o el olor, pero sí en el sabor.
Así que si en esta Navidad en casa sobró un poco de pavo tras las deliciosa cena y en días posteriores se tiene la incertidumbre sobre si este alimento sigue en buenas condiciones, no queda más que tomar en cuenta estos puntos claves que permitirán identificar la frescura de la carne.
