Tener árboles frutales en casa no es sinónimo de tener un jardín extenso. Con una maceta adecuada, es posible cultivar un limonero y disfrutar de limones frescos en poco tiempo. En esta nota, te explicamos cómo plantar un limonero en maceta desde la semilla y cuáles son los cuidados básicos para lograrlo con éxito.
El limón es una de las frutas más utilizadas en México. Lo añadimos a la comida, las bebidas e incluso lo usamos como remedio casero. Ahora, imagina tener tu propio árbol de limones en casa. Con este paso a paso, ese sueño puede hacerse realidad.
Cómo plantar un limonero en maceta
1. Elegir las semillas adecuadas
Toma limones frescos y selecciona las semillas más grandes y sin daños. Limpialas para eliminar cualquier resto de pulpa, ya que puede causar moho. Deja las semillas remojando en agua durante 24 horas para hidratarlas y acelerar el proceso de germinación.
2. Preparar la maceta y el sustrato
Elige una maceta de al menos 30 cm de profundidad con buen sistema de drenaje. Usa un sustrato rico en nutrientes. Una mezcla de tierra para macetas, compost y arena en partes iguales es ideal para los cítricos.
3. Plantar las semillas
Llena la maceta con el sustrato dejando unos 5 cm libres desde el borde. Planta las semillas a una profundidad de 1 cm y cúbrelas con tierra. Riega ligeramente para humedecer el sustrato.
4. Proporcionar un ambiente óptimo
Coloca la maceta en un lugar donde reciba luz solar directa al menos 6 horas al día. Cubre la maceta con plástico transparente para crear un efecto invernadero y retén la humedad. Retira el plástico cuando aparezcan los primeros brotes.
5. Cuidar el crecimiento del limonero
Mantén el sustrato húmedo, pero evita encharcamientos. Riega cada vez que la capa superficial esté seca al tacto. Fertiliza con abono orgánico cada dos meses para asegurar el crecimiento saludable del árbol.
¿Cuánto tarda en dar limones el árbol en maceta?
Un limonero cultivado desde la semilla puede tardar entre 3 y 5 años en producir frutos. Sin embargo, esto depende de varios factores, como la calidad de las semillas, los cuidados y las condiciones ambientales. Es importante tener paciencia y dedicarle atención constante al árbol, especialmente en las etapas iniciales. Podar las ramas débiles y mantenerlo en un lugar soleado ayudará a que crezca más fuerte y saludable.
