Remedios caseros
¿Dolor de muelas? Prueba estos 2 remedios caseros para combatirlo
Aunque la recomendación es siempre visitar al médico o en este caso, el dentista; a veces el trabajo no nos lo permite y estos remedios podrían ayudarteNo hay nada más molesto que un dolor de muelas. Por esa razón, es que cuando alguien le cae mal a más de uno, se dice que esa persona es "como un dolor de muelas". Pero no te hablaremos de la frase, sino de lo que puedes hacer para eliminarlo o calmarlo con algunos ingredientes de cocina.
De acuerdo con el medio especializado en salud, Mayo Clinic, las caries dentales son la principal causa del dolor de dientes en la mayoría de los niños y los adultos. Las bacterias que viven en la boca, prosperan con los azúcares y almidones de diversos alimentos que comes. Estas forman una placa que se adhiere a la superficie de los dientes.
Aunque no lo creas, ahí donde está el mal, también está el remedio, o sea: En la cocina. Y es que aunque la recomendación es siempre visitar al médico o en este caso, el dentista, tenemos que decir que hay días, donde el dolor de muelas está empezando a ser tan intenso, que deseamos calmarlo cuanto antes y si te encuentras en esta situación, tal vez debes de ponerte a tomar nota.
1.Enjuague con agua tibia y sal
Mezcla una cucharadita de sal en un vaso de agua tibia y enjuaga tu boca. Esto ayuda a desinfectar el área y a reducir la inflamación. Tanto la sal, como la temperatura del agua ayudan a anestesiar un poco el dolor, al menos el tiempo suficiente en lo que vas al dentista.
2. Clavo de olor
Esta especia es famosa para este fin, porque adormece las encías. Esto se debe a su contenido de eugenol, que es un compuesto con propiedades analgésicas y bacterianas. Puedes masticar suavemente un clavo o aplicar una gota de aceite de clavo en la muela adolorida. Si usas el aceite, dilúyelo primero en un poco de aceite de oliva para evitar irritación.
3. Té de menta
La menta tiene propiedades calmantes y para aprovecharlas cuando te duele tu muela, basta mezclar una bolsita de té de menta con agua caliente y, una vez que esté tibia, aplicarla en la zona afectada o hacer gárgaras con el té frío. Esto disminuirá la inflamación al menos en lo que llega el momento de visitar el dentista.