Mantener las plantas sanas puede ser un verdadero reto, especialmente cuando las plagas deciden invadir tu jardín. Las infestaciones por insectos son comunes y pueden arruinar el trabajo de meses en pocos días. Sin embargo, antes de recurrir a pesticidas químicos, existe una solución natural, efectiva y económica: un insecticida casero hecho con aceite de neem y ajo. A continuación, te decimos cómo preparar la fórmula ideal para combatir plagas de forma segura.
¿Por qué es bueno el aceite de neem y el ajo para combatir plagas?
El aceite de neem, extraído del árbol de neem (Azadirachta indica), es ampliamente utilizado en la agricultura ecológica debido a sus propiedades insecticidas, fungicidas y repelentes. Contiene azadiractina, un compuesto que interfiere en el ciclo de vida de los insectos al inhibir su alimentación, crecimiento y reproducción. Esto lo convierte en una herramienta eficaz para controlar plagas como pulgones, ácaros, mosca blanca y orugas, entre otros.
Por otro lado, el ajo, además de ser un ingrediente fundamental en la cocina, posee propiedades repelentes e insecticidas. El olor fuerte y los compuestos azufrados presentes en el ajo actúan como un disuasivo natural para insectos, evitando que se acerquen a las plantas. También es eficaz para combatir hongos y bacterias que pueden dañar las hojas y raíces.

Receta de insecticida casero con aceite de neem y ajo
Ingredientes:
- 1 litro de agua
- 2 dientes de ajo
- 1 cucharada de aceite de neem (10 ml)
- 1 cucharadita de jabón neutro o de castilla (opcional, para mejorar la adherencia)
Preparación:
- Pela los dientes de ajo y machácalos bien. El ajo machacado liberará los compuestos activos que actúan como repelentes de insectos.
- En una olla, vierte el litro de agua y añade el ajo. Lleva a ebullición durante 5 minutos. Después, apaga el fuego y deja reposar hasta que el agua enfríe.
- Cuela el agua para eliminar los restos de ajo y viértela en una botella con atomizador.
- Añade el aceite de neem y, si lo deseas, una cucharadita de jabón neutro para que el insecticida se adhiera mejor a las hojas.
- Agita bien la mezcla antes de usar.
Rocía el insecticida directamente sobre las plantas afectadas por la plaga, asegurándote de cubrir tanto el haz como el envés de las hojas, donde los insectos tienden a esconderse. Repite la aplicación cada 5-7 días o después de la lluvia, ya que el agua puede eliminar parte del producto. Este insecticida es seguro para usar de manera continua, pero es importante evitar rociarlo en horas de mucho calor, pues las hojas pueden sufrir quemaduras.