El árbol de guayabo es un cultivo que puede sembrarse desde el huerto al tener una altura aproximada de 3 hasta 6 metros de altura y comenzar a fructificar entre los primeros dos a cuatro años de edad. Gracias a sus frutos, es una de las variedades más apreciadas si se trata de tener árboles frutales que sean activos y útiles.
Como todo cultivo, se recomienda sembrarlo en una temporada en específico en donde las condiciones climatológicas sean factores claves para que el cultivo explote de frutos y se mantenga saludable. En el caso en que quieras tener este árbol frutal en el huerto, toma en cuenta cuál es la mejor temporada para lograr resultados increíbles.
Cuándo y dónde sembrar el árbol de guayabo
La temporada para triunfar en el huerto y que dé frutos es durante la época de primavera-verano, pues es un arbusto que aprovecha los rayos de luz solar y calor del ambiente para crecer de poco en poco, en general prefiere los climas calorosos con cierta humedad.
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Con un buen manejo, durante esta época crecerá varios centímetros sin importar si se cultiva por injerto o por semillas. Solo se debe procurar agregar un buen fertilizante para que la tierra surta los nutrientes necesarios y aplicar un riego frecuente pero moderado.
Ahora, el mejor lugar para ubicarlo puede ser en una maceta amplia o en un suelo ligeramente ácido, aprovecha bien los suelos húmedos, profundos y ricos en materia orgánica. Así que con estas características se puede colocar directamente en el huerto urbano o desde una maceta, preferentemente de barro que tenga un buen tamaño (al menos 15-20 centímetros de diámetro).
También es importante mencionar que el mejor clima para el guayabo es el comprendido entre los 25 y 30° C., siendo muy sensible a temperaturas bajas. Las plantas jóvenes pueden morir a -1° C. si están sometidas varias horas a esta temperatura, así que ese lugar en donde se posicione siempre tiene que ser cálido con una excelente exposición a la luz solar.
Con estas recomendaciones, el cultivo del árbol de guayabo será más sencillo y sobre todo, muy estratégico para asegurar que al momento de llegar a la madurez, pueda rendir frutos y seguir creciendo para aprovecharlo al máximo.
