Tanto el jabón potásico como el aceite de Neem son dos pesticidas naturales que se aplican en el huerto para el control de plagas por insectos y así poder proteger a los cultivos de este tipo de amenazas. Y aunque ambas son soluciones eficaces, es importante conocer las diferencias y formas de uso que tienen.
Jabón potásico y aceite de Neem
Mientras la primera opción está compuesta por agua, grasas o lípidos e hidróxido de potasio, el aceite es extraído de las frutas y semillas del árbol de nim, una planta de hoja perenne endémica del subcontinente indio y que ha sido introducida en otras muchas zonas de los trópicos.
Algunos productores suelen encontrar estos productos combinados en uno mismo o aplicarlos de manera separada para sumar su poder y mantener a raya la proliferación de insectos como cochinilla algodonosa, arañas rojas, trips, ácaros y otras variedades que se alimentan de los cultivos.
Diferencias y forma de uso de estos pesticidas naturales
La potasa asfixia y disuelve la cutícula de las plagas sin afectar el crecimiento del cultivo, todo lo contrario agrega ciertos beneficios que van desde la protección hasta el desarrollo de los frutos después de atacar la plaga por completo. Mientras que el aceite de neem repele y afecta la reproducción de los insectos, pero de igual forma es suave y no significa un riesgo para el huerto.
Ambos se aplican diluyendo del 1 al 2 por ciento del producto por cada litro de agua y se rocía sobre los tallos u hojas afectadas. Aunque otra opción es combinarlos para tener un efecto completamente letal. Si se trata de elegir la mejor opción, tanto el jabón potásico como el aceite de Neem son excelentes opciones.
En conclusión, las diferencias de ambos radican en su proceso de creación y pueden ser la solución natural y definitiva para enfrentar las plagas del huerto con un par de pesticidas ecológicos de fácil aplicación.