Existe un momento especial del año en el que deberás podar tu limonero si deseas que se mantenga saludable y produzca frutos grandes y jugosos. Esta época corresponde a los meses finales del invierno, es decir enero y principios de febrero. En esta ocasión, te diremos cuáles son los efectos beneficiosos de realizar esta tarea adecuadamente y cómo llevar a cabo la poda para mantener tu limonero en buen estado.
¿Por qué se debe podar el limonero a finales de enero?
La poda de invierno prepara al árbol para la temporada de producción de frutos. Permite concentrar los esfuerzos en las ramas importantes del árbol y eliminar aquellos elementos que podrían "distraer" al limonero en la producción de limones. Realizar una poda adecuada asegura dirigir correctamente los nutrientes a las zonas de producción y mantener el estado del limonero en buena salud.
¿Cómo podar adecuadamente un limonero en enero?
La clave para podar tu limonero de forma adecuada está en identificar correctamente las ramas y chupones que deben quitarse. Debes procurar mantener una forma tipo copa en el árbol, eliminando las ramas inferiores jóvenes y dejando aquellas que se extienden ligeramente hacia arriba y a los lados. También puedes aprovechar la poda de invierno para mantener a tu limonero a la altura deseada, eliminando las ramas demasiado altas.

Es importante eliminar las ramas centrales muy jóvenes y evitar que obstaculicen su crecimiento entre sí, ya que las ramas que crecen demasiado juntas y terminan tocándose pueden convertirse en un problema cuando maduran completamente. También es recomendable eliminar los primeros frutos para que el árbol concentre los nutrientes en hacer crecer limones de mejor calidad. Por último, recuerda desinfectar y limpiar muy bien las herramientas que utilices para evitar dejar al árbol expuesto.