Cultivar fresas en el huerto resulta bastante sencillo, sobre todo si sigues los pasos adecuados para cuidar de esta planta. Las fresas son muy fáciles de cuidar y requieren muy pocas atenciones para crecer adecuadamente. Aquí te vamos a explicar el paso a paso para lograr con éxito un cultivo de fresas y te diremos cómo elaborar un sustrato perfecto para este tipo de frutas.
Escoge el tipo de fresas adecuado para tu huerto
Aunque existen muchos tipos de fresas que puedes cultivar en casa, elegir el adecuado es esencial si quieres comenzar con este cultivo. Aquellas opciones que requieran cuidados especiales o temperaturas difíciles de conseguir en el lugar donde vives deben ser consideradas. Además, debes tener en cuenta que este cultivo se puede comenzar a partir de semillas o con plantas que compres ya desarrolladas. Cualquiera de las dos opciones es buena, pero una tomará más tiempo que la otra.
Prepara y germina las semillas de forma adecuada
Si eliges las semillas, puedes colocar la semilla en un recipiente y llevarla a refrigeración por 15 días. Esto ayudará a activar la semilla y que germine bien. Una vez lista, coloca la semilla en un semillero con un poco de sustrato asegurándote de que tenga un buen drenaje. Riega ligeramente y cúbrelo con un poco de papel plástico con orificios para permitir el paso del aire. Coloca tu semillero en un lugar templado y después de 20 días tendrás tu plántula de fresa.
Prepara este sustrato para cultivar fresas en casa
Para trasplantar tu planta de fresa, puedes crear un sustrato que la ayudará a crecer. Mezcla sustrato rico en materia orgánica que aportará nutrientes a la planta y agrega un poco de arena a la mezcla para mejorar el drenaje. También puedes agregar una pequeña cantidad de cal si el sustrato resulta muy ácido, ya que este pH no es tan conveniente para la planta.

Cuidados básicos para tu planta de fresas en casa
Ten en cuenta que la planta de fresa tiene raíces que se extienden a los lados y no hacia el fondo, por lo que no es necesario una maceta muy profunda. Solo asegúrate de que tenga un buen drenado para evitar el encharcamiento. Una vez que tu planta de fresa está en su lugar final de crecimiento, colócala en un lugar donde reciba suficiente luz solar y riega continuamente para mantenerla hidratada.