Sabemos que la lluvia puede resultar muy buena para los cultivos que tengas en tu huerto o jardín, pero ¿qué tan cierto es esto? Si bien la lluvia es una forma natural para regar tus cultivos, debes de tener algunas precauciones y puede que incluso sea necesario cubrir tus plantas de la lluvia. Aquí te explicaremos qué es lo que tienes que tomar en cuenta para mantener tus plantas en buen estado.
Exceso de humedad
Dado que el aporte hídrico de la lluvia no se puede controlar al 100%, debes de evitar que esta riegue en exceso tus cultivos si los mismos son de bajo consumo de agua, ya que muchas veces las plantas pueden llegar a tener problemas por el exceso de humedad, llegando incluso a pudrir tu cultivo entero. Esto lo puede solucionar si tienes un buen sistema de drenaje en tu huerto.
Granizo
Otro detalle que debes de considerar es si el pronóstico del clima advierte sobre granizo, ya que las lluvias intensas o aquellas que vienen acompañadas de pequeños trozos de hielo pueden dañar tanto las hojas como los tallos de tu planta y por lo tanto afectar tu cultivo, en este tipo de casos lo mejor es cubrir tu huerto con lonas o plásticos protectores, que eviten la caída directa de la lluvia.

Contaminantes
Por último pero no menos importante, en lugares como ciudades demasiado grandes la lluvia suele traer consigo varios contaminantes que pueden hacer daño a los cultivos, sobre todo a plantas que resultan demasiado sensibles a este tipo de elementos. Cubrir tus cultivos y protegerlos de la caída de la lluvia puede evitar que estos elementos tóxicos lleguen hasta el sustrato de tus plantas.