Con estos consejos podrás cuidar mejor tu árbol frutal de mandarina en maceta

Ahora que nos aproximamos al cambio de temporada, no sólo hay que alistar los rituales, sino también los cuidados que tenemos que darle a nuestras plantas del huerto urbano. Por eso es que hoy queremos decirte cómo es que puedes cuidar tu propio árbol de mandarinas, que si tienes espacio, seguro ya te aventuraste a plantar en alguna maceta. 

Por esa razón es que hoy, aprovechando que estamos a escasos 20 días de que inicie formalmente el otoño y el tiempo de la mandarina, compartiremos contigo algunos cuidados que le puedes dar a tu árbol de mandarina durante esta época del año para que sea más prolífico durante el resto del año en que crece y se nutre para dar frutos. 

Los árboles frutales son plantas del huerto que podemos sembrar en macetas de diferentes tamaños. En el caso de la mandarina, se trata de ejemplares, que pueden llegar a medir de 2 a 4 metros de altura. Necesita un suelo drenado, rico en nitrógeno y potasio para nutrir muy bien a tu planta. Así que ¡manos a la obra!

1. Coloca tu árbol en el lugar adecuado

Coloca la maceta en un lugar donde el árbol reciba al menos 6-8 horas de luz solar directa al día. Las mandarinas necesitan mucha luz para crecer y producir frutos.

2. Riega ligeramente

Mantén el sustrato ligeramente húmedo, pero no permitas que la maceta se encharque. El riego excesivo puede causar pudrición de las raíces. Riega cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto.

3. Aplica algo de fertilizante

Aplica un fertilizante equilibrado para árboles cítricos durante la temporada de crecimiento (primavera y verano). Sigue las instrucciones del envase y evita la sobrefertilización, ya que puede dañar las raíces.

4. Poda periódicamente

Realiza una poda de formación para dar forma al árbol y eliminar las ramas muertas o enfermas. La poda también puede ayudar a mejorar la circulación de aire y la penetración de la luz.

5. Controla plagas y enfermedades

Inspecciona regularmente el árbol en busca de signos de plagas como pulgones o ácaros, así como enfermedades como la roya o la podredumbre. Trata los problemas de manera oportuna con métodos orgánicos o químicos según sea necesario.

6. Protégela del frío

Si vives en una zona con inviernos fríos, considera proteger el árbol de las temperaturas extremadamente bajas. Puedes mover la maceta a un lugar más resguardado o cubrir el árbol con una manta durante las noches frías.