Ahora llegó el otoño y lo que para muchos simbolizaba en el pasado el fin de un año de cosecha, ahora es una estación más, donde depende de dónde vivas y el clima que te rodee, puedes analizar la posibilidad de cultivar algún árbol frutal, como el ciruelo, que es una variedad que se puede sembrar durante esta estación para que al cabo de algún tiempo puedas disfrutar de estas frutas frescas durante la primavera o verano.
Los árboles frutales, que son parte de tu huerto urbano son plantas que además de verse bonitas, también son bastante capaces de darnos una fruta que nos encanta y que podemos usar para preparar cualquier cantidad de postres, bebidas y hasta guisados, como es el caso de la ciruela, cuyo arbolito es factible no sólo sembrarlo, sino cuidarlo para que el cultivo rinda frutos después de un tiempo.
Los ciruelos son árboles, que pueden medir de hasta 6-15 metros de altura con hojas de 4-6 centímetros de largo y la temperatura ideal para que crezcan va de los 12 a los 22 grados centígrados, aunque de acuerdo con la variedad, suelen resistir muy bien los climas más fríos. Sin embargo, en todos los casos hay que saber cómo cuidar nuestro árbol frutal, especialmente cuando lo tenemos en maceta.
1. Riego
A diferencia de otros árboles, para el caso del ciruelo, el riego depende del calor, pero en concreto y de manera genérica, durante primavera y verano, se riega 1 o dos veces por semana y durante el otoño e invierno, esto se reduce a nada para cuidarlo de las heladas. Además, tienen que ser riegos profundos, ya que el superficial podría hacer que aparezcan hongos.
2. Aplica fertilizante
Al ciruelo le gusta ser fertilizado y para lograrlo, procura que su tierra contenga fertilizantes caseros, de preferencia, como compost, humus de lombriz o lo que tú quieras. Se recomienda aplicar una vez cada 30 días.

3. Poda y trasplante
El ciruelo es un árbol de hoja caduca, lo que quiere decir que en invierno entra en parada vegetativa, donde conviene cortar las ramas más finas y que crezcan hacia adentro, porque absorben nutrientes y no dan frutos. Cuando veas que tu planta va creciendo, siempre es buena idea cambiarla a una maceta más amplia.
4. Plagas
Para evitar la aparición de plagas, conviene usar plaguicidas preventivos, sobre todo en contra de la cochinilla, pulgón, ácaros y mosca blanca. Además, también pueden salir hongos como Eriofido de las agallas del ciruelo, etc.