¿Alguna vez te ha pasado que al cocinar espinacas estas reducen mucho de tamaño y quedan demasiado suaves? Si quieres evitar este molesto efecto tenemos el truco perfecto para que puedas cocinar espinacas manteniendo su color verde brillante, su textura crujiente y por supuesto que no se encojan. Pon atención que aquí te lo contamos.
¿Por qué las espinacas se reducen al cocinarlas?
Lo primero que debes de saber es que es completamente normal que las espinacas reduzcan de tamaño y se vuelvan muy suaves al cocinarlas, sobre todo si la sometemos a calor directo ya que de esta forma perderán humedad y se sobrecocinarán muy fácilmente. Lo mejor es siempre usarlas lo más crudas que puedas y agregarlas al último de tu preparación, para que mantengan la mayoría de sus características.
No obstante existe una forma de potenciar el color de las espinacas y si vas a utilizarlas cocinadas en algún platillo esta técnica te permitirá cocerlas ligeramente, para que solamente las agregues como último paso en tu preparación. Esta técnica es perfecta para ensaladas, acompañamientos, bocadillos, sopas o platos similares, ya que sí necesitas cocinar tu plato por mucho tiempo como en estofados, panadería o guisados, las espinacas van a quedar suaves sí o sí.
¿Cómo evitar que las espinacas se reduzcan?
Para poder aprovechar las espinacas al máximo simplemente debes de sumergirlas poco tiempo en agua caliente, esto te permite conservar su color y su textura cocinando ligeramente las hojas para que queden con ese toque perfecto sin que reduzcan su tamaño. Para ello lava y desinfecta las espinacas, elimina los tallos gruesos que deben ser retirados y después sumerge en agua hirviendo por unos segundos, al salir puedes colocarlas en agua fría, después secarlas, cortarlas y agregarlas al final de tu plato.
