La sal es sin duda uno de los ingredientes principales que no deben de faltar en la cocina, este elemento es indispensable para la preparación de múltiples platillos. Hay algunas personas que utilizan sal de grano para preparar los guisos y sal fina o sal blanca para añadir a los platillos ya listos. Cual sea la presentación que prefieras, este ingrediente no solo se usa en la cocina para dar sabor a la comida, también es un aliado para disipar las malas energías.
El Feng Shui es una antigua filosofía china de origen taoísta, la cual se basa en la ocupación consiente de los espacios, en donde se busca la armonía y el equilibrio con el fin de crear un lugar donde fluya la energía positiva. Esta práctica ha tomado mucha popularidad en todo el mundo. De acuerdo con sus principios, los colores, la orientación de los muebles, las formas e incluso los aromas tienen un papel importante para crear un ambiente armónico.
Para el Feng Shui la cocina es el centro de la casa, es aquí el lugar de encuentro, nutrición y riqueza. En este espacio se encuentra la sal, el elemento con gran importancia para esta filosofía, ya que su uso está relacionado con la energía. Desde tiempos antiguos, la sal se ha usado para limpiar y purificar los espacios.

¿Dónde colocar la sal en la cocina para alejar la mala vibra?
La sal marina en el hogar ayuda a absorber las malas energías y purificar el ambiente. En la cocina este elemento se recomienza colocar un puñado pequeño de sal en los rincones de tu cocina. Es decir, en alacena, ventanas, puetas o en mesas. Coloca cada puñado en un recipiente de cerámica o plástico y deja actuar por 48 horas.
Este tiempo es el recomendado para que el espacio se purifique y se aleje la mala vibra. Posteriormente, retira la sal, deséchala fuera de la cocina. Esta práctica se puede aplicar cuando hay mudanzas, cuando se ha tenido visitas con energía densa o como parte de una rutina de renovación de energía.