Comer pollo rostizado es un antojo dominical, cuando tenemos flojera por cocinar, pero si vives sola, entenderás que si se te antoja algo un día, estás condenada a comer eso por el resto de la semana, especialmente cuando se trata de alguna comida que es difícil de comprar por raciones, como el pollo frito, rostizado o la pizza.
Por eso es que si compras pollo rostizado en domingo, seguro comerás una parte y el resto llegará al refrigerador, pero ¿Cuántos días puede durar ahí? Porque sabemos que esta carne tiende a ser muy delicada, aunque como siempre: Depende de la manera en que esté cocinada o cómo decidas guardarla.
El pollo rostizado es famoso, porque tiene una textura algo grasosa y salada, por lo que sí, podría tener un poco más de margen ante la descomposición que una pieza de pollo cruda, que no nos dura tanto tiempo, pero eso sí: Todo depende mucho de la manera en que lo conserves, pero si conoces los secretos para guardar un buen pollo rostizado, seguro te puede durar más tiempo del que normalmente duraría.
¿Cuánto tiempo dura el pollo rostizado en el refrigerador?
De acuerdo con los expertos la duración promedio que un pollo rostizado o asado puede tener en el refrigerador es de 3-4 días. Sin embargo, con medidas y cuidados específicos para la conservación de este alimento, podría durarte hasta 6 días, siempre que sepas cómo guardarlo y en qué condiciones.
Tips para guardar correctamente el pollo rostizado en el refrigerador
Para que el pollo asado o rostizado te dure más tiempo, lo más recomendable es guardarlo en un recipiente o bolsa de plástico con cierres herméticos, pero antes de que los empaques, debes asegurarte de que se enfríen completamente. Aunque la otra opción es envolverlo en papel aluminio antes de llevarlo al refrigerador.
Si lo deseas conservar más tiempo, puedes envolverlo con papel aluminio y después guardarlo en una bolsa hermética para que así lo lleves al congelador y que no pierda sus jugos. Así, te puede durar de 6-8 meses en buen estado. Es importante sobre todo, cuando se trata de carne, que antes de cocinarla o comerla, te asegures de que no huela mal o esté en mal estado.
