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Feng Shui: Estos son todos los poderes energéticos de la sal para alejar la mala vibra
Este ingrediente de cocina es ideal para colocar en puntos estratégicos del hogar y evitar la mala vibra, te contamos un poco de qué se trata
El Feng Shui es la antigua filosofía china que cuenta con más de 3 500 años de antigüedad, está basada en el equilibrio de la energía vital de las personas. Esta técnica milenaria se enfoca en los espacios, su decoración, distribución y orientación de elementos que tenemos en el hogar, con el fin de que la energía circule de forma positiva y no existan los bloqueos energéticos.
De acuerdo con esta corriente filosófica todo lo que habita en los espacios donde desarrollamos nuestras actividades tienen una función especial, desde los muebles y su distribución, los colores que utilizamos en cada habitación, incluso las formas de algunos artículos decorativos. Según esta corriente, hay otros elementos que nos ayudan a que la energía fluya de manera positiva y se atraiga la abundancia, armonía y prosperidad.
Uno de estos elementos es la sal marina, este usual ingrediente de cocina que utilizamos para sazonar los platillos es un aliado para alejar la mala vibra de nuestra casa. Las energías bajas suelen acumularse en los espacios por distintas razones, y la sal marina se utiliza como un purificador energético. La sal de grano o marina sirve para evitar la envidia, la mala suerte y para alejar las cosas negativas de tu vida.
¿Cómo se puede usar la sal marina para alejar la mala vibra?
La sal es usada en el Feng Shui para alejar las malas energías, solo bastará con colocar un puñado de sal marina (de preferencia) en recipientes de cerámica o cuencos. Estos recipientes deben ser colocados en los espacios donde mayormente pases tu día, ya sea en casa o en oficina. Los lugares recomendados son en habitaciones, baños, pasillos, sala o recibidor.
Es importante destacar que lo más recomendable es que coloques estos recipientes después de haber realizado la limpieza habitual en tu hogar. Los recipientes deberán de ser a proporción con la casa, es decir que, si tu casa es muy pequeña bastará con un pequeño puñado de sal. En cambio, si tu casa es más grande deberás de poner un poco más de sal u otros recipientes adicionales. Retira la sal después de 72 horas, deséchala y reemplázala por sal nueva. Puedes aplicar esta recomendación las veces que creas necesarias.
