Cultiva tu propio jengibre en maceta con esta guía práctica para principiantes

El jengibre es una raíz comestible que ha demostrado tener poderosos beneficios para la salud si se consume dentro de una alimentación balanceada y saludable. Se trata de un poderoso ingrediente antiinflamatorio que puede ayudar a regular el metabolismo, la circulación sanguínea y además previene los malestares derivados de las vías respiratorias, mejora la digestión y fortalece el sistema inmune, entre más temas que se podrían mencionar.

Para poder aprovechar este gran ingrediente de la cocina de forma ilimitada es mejor considerar la opción de poderlo cultivar desde el huerto en casa y así tener tu propio jengibre desde la comodidad de una pequeña maceta y con la posibilidad de poder disfrutarlo siempre que sea necesario, de la forma que se desee.

A continuación, te compartimos una guía práctica para principiantes en la que podrás conocer el paso a paso a realizar desde casa y así poder cultivar tu propio jengibre en maceta en ese pequeño espacio del huerto urbano o dentro de cualquier rincón del hogar. Descubre cómo puedes agregar esta gran variedad que nunca debe faltar en la cocina.

¿Cómo cultivar jengibre en maceta?

Presta atención a esta guía paso a paso para poder cultivar y disfrutar de todos los beneficios y cualidades de la raíz de jengibre.

Ingredientes y materiales:

• Trozo de raíz fresca de jengibre
• ½ kilo de tierra orgánica
• 1 taza de abono orgánico o químico
• 1 maceta
• Agua c/s

Procedimiento 

Coloca el trozo de jengibre (debe ser una raíz grande y fresca) en un vaso de agua para que vaya absorbiendo la humedad que necesita y así pueda germinar. Déjalo en el vaso hasta que le salgan raíces, solo no olvides cambiar el agua al pasar tres al pasar tres días. El proceso de germinación puede tardar de 15 a 20 días, pero de esta forma se asegurará que el cultivo al pasarlo en tierra sea exitoso.

Una vez que el jengibre ha brotado raíces, será el momento de cultivarlo. Para ello, rellena la maceta con la tierra y el abono; Mezcla perfectamente ambos elementos para que se integren correctamente. En el centro de la maceta con tierra, coloca el jengibre con las raíces hacia abajo, deben tocar la tierra y entierra ligeramente, de forma que la estructura del ingrediente se sostenga por completo.

Realiza este último paso con mucho cuidado para evitar dañar o romper las raíces, cubre con la tierra y humedece con un poco de agua para hidratarla. Deberás regar con agua de dos a tres veces por semana y colocar la maceta a los rayos de la luz natural de forma indirecta para que pueda seguir creciendo. 

En aproximadamente un mes ya habrán crecido los primeros tallos y en unos 8-10 meses, tendrás un cultivo grande de jengibre que podrás aprovechar de poco en poco. Soy constante con los cuidados básicos que necesita y así podrás disfrutar muy pronto de este gran ingrediente de cocina.