La temporada de mango en México comienza en el mes de febrero y se extiende hasta agosto, así que en esta época de calor seguramente es una de las frutas que podrás encontrar y adquirir con mayor regularidad en los mercados. En el caso en que desees disfrutar de esta rica variedad durante este periodo, podrías encontrar la forma de aprovechar su semilla para germinar un nuevo fruto en el huerto urbano.
Regularmente, la cáscara y grande semilla de esta fruta suelen desecharse, sin embargo, ambos elementos pueden funcionar dentro del huerto, al menos el hueso se puede germinar para poder tener una plantita y dar pie a este árbol frutal. Sembrar y cultivar la semilla puede ser una tarea muy particular para tener un nuevo alimento en la huerta.
A continuación, te compartimos una guía paso a paso para poder aprovechar la temporada de mango y transformar la semilla de esta fruta en un nuevo cultivo que puede crecer de forma sencilla desde una maceta o tierra del huerto en casa. Toma nota de lo que debes realizar.

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Cómo germinar la semilla de un mango
Lo primero que debes de hacer es adquirir un mango y disfrutar de su deliciosa pulpa, limpia con agua el hueso para eliminar restos de pulpa y deja secar por unos días para que la coraza se pueda retirar de forma fácil, aunque puedes retirarla con ayuda de un cuchillo inmediatamente.
En caso de esperar unos días, a que el hueso seque o de hacerlo de forma inmediata con un cuchillo, corta la coraza y termina de abrir con tus manos para extraer la semilla del mango.
Coloca en un vaso con agua y deja que germine, este proceso puede tardar un par de semanas para que las raíces aparezcan, cuando lo hagan será el tiempo indicado para plantarlo.
Llena ¾ de una maceta con tierra y con ayuda de la palita de madera distribuye uniformemente, coloca la semilla germinada de forma que las raíces se entierren y cubre con más tierra, puedes humedecer con un poco de agua.

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Cuidados de un árbol de mango
Debe recibir luz natural todos los días, un poco de sol de forma continua permitirá que sus tallos y estructura crezcan de poco en poco. En cuanto a riego, es un árbol frutal que requiere de mucha agua, pero sin llegar a encharcar la tierra para que no se pudran las raíces.
Así que, una vez sembrado, recuerda exponer por un par de horas al sol e hidrata la tierra cuando tenga una apariencia seca con un poco de agua. Puedes reforzar los nutrientes de la tierra con una mezcla de sustrato orgánico y humus de lombriz, a partir de este momento deberás de brindar los cuidados esenciales para el cultivo para que esa pequeña plantita comience a dar frutos.
Cabe mencionar que un árbol de mango puede tardar entre 3 y 5 años en dar frutos después de ser plantado, la clave para que sea un cultivo exitoso siempre será atender las necesidades de esta variedad, así que sé muy constante y sobre todo ten mucha paciencia.
Por si quedó alguna duda durante el proceso, a continuación podrás visualizar un video de YouTube con una práctica de germinación similar para poder aprovechar la semilla del mango y transformarlo en un cultivo dentro del huerto urbano.