Inicia el verano: Frutas y verduras que puedes cultivar en esta temporada

No solamente los chefs o gente especializada pueden cultivar ellos mismos sus frutas y verduras, también lo puedes hacer tú mismo. Y ahora que está casi por llegar el verano es una buena oportunidad para que te animes a tener tu huerto en casa.  

Lechugas, espinacas, ajos, pimientos, tomates, calabazas y zanahorias, son algunas de las verduras que pueden crecer esplendorosamente, en esta época del año en tu azotea y terraza; con estos ingredientes es más fácil preparar tus ensaladas y suculentos platillos para halagar a tu paladar y el de tu familia.

También, puedes cultivar tus frutas entre ellas deliciosas fresas, piñas, moras, arándanos y cerezas, entre otras.

Te sorprenderás de los resultados de tus cultivos y día tras día los verás crecer; además, así disfrutará de un sabor muy especial, que casi no se encuentra en los productos que venden, actualmente, en los supermercados.

Recomendaciones de La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) menciona en su texto Huerto Familiar Integrado que los cultivos como el tomate, repollo, ajo, chile y lechuga requieren semillero.

¿Cómo se prepara el semillero?

1. Preparar tierra suelta por cada tres partes de tierra y una parte de arena.

2. Agregar estiércol seco o gallinaza.

3. Mezclar bien la tierra.

4. Desinfectar la tierra con agua hirviendo utilizando un galón ó 5 litros por cada metro cuadrado.

5. Siembra: cubrir con cuidado la semilla, la profundidad depende del tamaño de la siembra (dos o tres veces el tamaño). Las distancias para semillas pequeñas son de 3 centímetros y para las grandes es de seis. Entre surco 10 centímetros.

6. Asegurar que el semillero tenga suficiente luz solar.

7. Regar el semillero cada dos días. No mojar mucho la tierra.

En cuanto a las frutas, La FAO asegura que éstas suplen muchos nutrientes para una buena alimentación. Al igual que algunas hortalizas, se pueden reproducir por estaca, hijo, semillas, yemas y guías.

1.- Tener cuidado que las raíces no se expongan a la luz solar para evitar su deshidratación

2. Realizar un agujero el doble de profundo que las raíces de la plantita.

3. Mezclar una cantidad considerable de materia orgánica en el fondo del agujero.

4. Sembrar la planta.

5. En lugares húmedos se debe agregar más tierra de tal manera que sea más alta que la superficie del suelo.

6. Si el lugar es seco, se deja una cavidad más baja que la superficie.

7. Los cítricos se deben sembrar a una distancia de 6 x 6 metros, en otros frutales se recomienda una distancia de 9 x 9.