Esta es la técnica que necesitas aprender para limpiar correctamente la flor de calabaza

La dieta vegetariana o semi vegetariana, que hemos tenido que adoptar para ahorrarnos algunos pesos debido al incremento de precio de prácticamente toda la proteína animal, nos ha abierto los ojos ante el manejo de los diferentes productos vegetales y la verdad es que nos encanta encontrar nuevas posibilidades. 

Ya que pruebas las cremas de verdura, ensaladas y hasta quesadillas de vegetales, como los hongos, flor de calabaza o papa, la verdad es que nos comenzamos a preguntar por qué no lo habíamos hecho antes, pues le agarramos tanto el sabor, que ni extrañamos la carne. Pero debemos de reconocer que a veces sí se necesita mayor cuidado a la hora de tratar los alimentos, pues hay que lavar y desinfectar bien para no llevarnos sorpresas. 

Una de las flores más versátiles que existen para las recetas vegetarianas, es la flor de calabaza. Sí, esa que has probado en quesadillas, crema, otras sopas, guisados y probablemente hasta postres, pero has de saber, que para llegar hasta tu boca, lo ideal es que pase por un proceso de limpieza, que probablemente intuyes, pero no sabes bien cómo hacerlo.

Por esa razón es que hoy te revelaremos cuál es la mejor manera de limpiar la flor de calabaza, para que la próxima vez que quieras cocinarla, sepas hacerlo como toda una experta, aunque tu madre o tu abuelita no te hayan compartido el secreto para realizarlo. Así que es momento de que las sorprendas donde quiera que estén, así que ¡toma nota!

1. Retira los pétalos externos

Con mucho cuidado, debes retirar los pétalos exteriores de la flor y desecharlos. Pueden estar marchitos, tener polvo, tierra u otros residuos.

2. Elimina pistilo y estambres

Estos son los órganos reproductores de la flor y pueden tener un sabor amargo. Para retirarlos, sujeta la flor por la base y tira suavemente del pistilo hasta que se desprenda. Los estambres también se pueden retirar con cuidado usando una tijera pequeña.

3. Lava las flores con agua fría

Lava las flores restantes bajo agua corriente fría, asegurándote de eliminar cualquier residuo de tierra, polvo u otros contaminantes. Si es necesario, frota suavemente con los dedos o usa un cepillo de dientes suave para eliminar cualquier suciedad persistente.

4. Deja que se sequen

Coloca las flores en un plato o toalla de papel y sécalas cuidadosamente. Una vez secas, las flores de calabaza están listas para cocinar o para usar como decoración en tus platillos.