¡Que no te cobren de más! Este truco evitará que el pollero te venda más cara la pechuga de pollo

Comprar pollo y pescado es nuestro día a día sobre todo ahora que estamos en temporada de Cuaresma, una época en la que la comunidad cristiana o católica evita el consumo de carne roja, por lo que sí, hay que resolver la vida con la carne blanca y por eso es que muchos durante 40 días consumen más pollo de lo normal. 

Sin embargo, no es ningún secreto que si no te pones lista a la hora de ir a comprar tu mandado, los vendedores pueden verte la cara, porque sí, aunque no lo creas hay varias mañas, que nos pueden aplicar, si nos ven distraídas y por eso es que hay que poner mucha atención en dos momentos clave: Cuando pesan tu producto y cuando te cobran. 

Existen muchas historias de polleros que engañan a sus clientes. Van desde las básculas cargadas, hasta precios tendenciosos y que no son claros desde el principio, como cuando les preguntas "¿Qué precio tiene esa pechuga?" y te dicen "Lo que pese". La respuesta es ambigua, porque no te dieron casi nada de información.

¿Cómo inflan el precio de la pechuga de pollo?

La cosa no acaba ahí, sino que cuando te pesan la pechuga, de repente ya son $120 pesos o más, cuando sólo querías gastar entre 80 y 90 pesos y "te da pena" decir que siempre no. Por aprender a preguntar es casi, casi un arte, para que no te den vuelta. El secreto está en saber cómo estructurar la pregunta, para que no se encajen con el precio (que no te dijeron) y te acaben cobrando de más.

Truco para evitar que te vendan la pechuga de pollo más cara

La clave está en jugar bien con las palabras y tu pregunta podría mejor empezar con "¿Qué cuesta el kilo de pechuga?" Y ése precio segurito te lo dicen y cuando lo hagan, entonces sueltas un segundo ataque cuidando que no te alburéen: "¿Me pesa esa pechuga, por favor?" Y como ya te dijeron previamente el precio del kilo de pechuga, pues te darás cuenta más fácilmente si inflan o no el precio. 

Aplicar esa estrategia, los obliga a ser un poco más transparentes y a ti más cuidadosa, pero eso sí, tienes que recordar el precio del kilo de pechuga, para que ahora sí te cobren "Lo que pese", correctamente. Y si no quieres la pieza entera, se vale decir "véndame sólo la mitad", para que nadie le pierda. Ya vendrá alguien como tú que quiera la otra mitad, no te sientas mal.