¿Cómo lograr un capeado de restaurante? Checa estos consejos que te damos

No hay nada más rico que los alimentos capeados, especialmente, porque le dan ésa textura o crunch que tanto nos encanta. Sin embargo, por más de que lo hayamos aprendido de mamá o nuestra abuelita, hay algunos detalles que dejan nuestras preparaciones en el nivel "casero", que aunque es delicioso, no queda igual que cuando lo probamos en algún restaurante. 

Por eso es que hoy lo que queremos es compartir contigo algunos trucos para que puedas capear tus alimentos a gusto y con la máxima calidad, justo como en los restaurantes, porque aunque no lo creas, la verdad es que existen técnicas, que cuando las dominas, te convierten en la reina de los capeados. 

Lo primero que hay que entender, es que existen diferentes términos como: capear, rebozar o empanizar, los cuales aunque se parezcan, no son lo mismo y le dan a los alimentos un acabado y textura completamente diferente, para empezar por lo que se usa para cada una de las técnicas.

Diferencias entre capear, empanizar y rebozar

Para empanizar, por ejemplo, se usa pan rallado para freír, pero previamente se pasa por huevo, algún marinado y finalmente se recubre todo con migajas de pan antes de llevarlo al sartén para hacer nuestra fritura. Es bastante común de aplicar al pollo u otras carnes; el rebozado, por su parte, aunque es bastante similar, le deja un toque crocante a lo que toca , pero la diferencia es que este se hace con harina sazonada y se sumerge en una mezcla de huevo batido y leche para después pasar por una capa de harina. 

Por último el capeado, sólo consta de una capa de huevo sazonada con especies y para que quede delicioso y digno de estar en cualquier restaurante, te recomendamos seguir los siguientes trucos, que además son muy fáciles de aplicar. 

1. Separa las yemas y las claras

Para hacer el capeado, es importante separar las claras de las yemas de los huevos. Una vez divididas, con ayuda de una batidora, vas a batir primero las claras hasta que queden a punto de turrón o de nieve. Cuando lo logres, agrega las yemas y sigue batiendo. 

2. Agrega una cucharada de harina a la mezcla

Para que el huevo no se baje tan rápido y no se corte, añade una cucharada de harina.