Ya sea para asar unas deliciosas salchichas, para animar un día de campo o simplemente para reunirse en torno a ella y calentarse, una fogata puede ser el centro de tu reunión, pero si no sabes cómo empezar una aquí te damos los tips básicos y todo lo que necesitas saber para que puedas realizar tu propia fogata de forma fácil y rápida, solo sigue estos sencillos consejos.
¿Qué necesitarás?
Para la fogata solamente necesitas madera seca, que será el combustible que vamos a quemar y la yesca, que funcionará como el iniciador de nuestra fogata, esta puede ser corteza seca, paja u otro elemento que tengas a la mano y que pueda quemarse fácilmente de forma rápida. Ten en cuenta que todos los elementos deberán estar muy secos y sin presencia de humedad, para que la fogata pueda encender rápidamente.
Arma tu fogata
Una forma de armar la fogata para que prenda rápidamente, es colocar la yesca entre las ramas más delgadas y pequeñas que encuentres, como el centro de tu fogata. Aún no coloques las ramas gruesas en la estructura, estas se irán añadiendo una vez que el fuego esté presente. Cuando tengas el núcleo de tu fogata debes de colocarlo apoyando los extremos en piedras o troncos grandes, para que permanezca ligeramente elevado del suelo, de esta manera podrás incorporar la primer llama por debajo fácilmente.
Inicia el fuego
Para iniciar el fuego necesitarás un encendedor, un cerillo o un pedernal, solo acerca la llama o chispa de estos elementos a un trozo de paja o corteza seca, el elemento que hayas escogido para la yesca. Una vez que encienda coloca debajo de la yesca, en el centro de la fogata, para que puedas prender fácilmente la demás madera, si no tienes ningún iniciador de fuego a la mano, puedes hacerlo con dos ramas secas y fricción, pero ten en cuenta que este método te llevará mucho tiempo y esfuerzo.
Recomendaciones
Una vez que el fuego haya iniciado en el centro de tu fogata, ve agregando los demás troncos poco a poco para mantenerla viva, ten en cuenta que para prender la fogata deberás hacerlo en un lugar donde el aire no afecte demasiado la llama, ni esté demasiado húmedo. Evita hacer fogatas en bosques o cerca de lugares con material inflamable y mantén siempre a la mano un balde con agua para apagar la fogata antes de que el fuego se salga de control.
