Jengibre: Aprende a cultivarlo por esqueje con esta guía paso a paso

El jengibre es un rizoma horizontal muy apreciado dentro del ámbito gastronómico por su aroma y sabor ligeramente picante que además tiene ciertos beneficios para la salud si se consume de manera frecuente. Al ser un básico de la cocina y si se cuenta con un pequeño huerto urbano o espacio dedicado a la siembra de alimentos, esta variedad no debe de faltar.

No lo pienses más y mejor aprovecha el espacio del huerto urbano o jardín para cultivar jengibre por esqueje (a partir de la propia raíz fresca de este alimento o un corte de la misma), presta atención a esta guía paso a paso para lograrlo de manera sencilla y sobre todo tener grandes resultados.

¿Cómo cultivar jengibre?

Lo primero que necesitas es una raíz de jengibre fresco, procura que se encuentre en excelentes condiciones sin rastros de manchas o deterioros dentro de su estructura, pues así el cultivo podría fracasar desde el primer intento y eso no es lo que se desea. 

1. Coloca el trozo de jengibre en un vaso con agua para que vaya absorbiendo la humedad que necesita y así pueda germinar, puedes ilustrar cuatro palillos de madera alrededor del rizoma para sostenerlo en el borde del vaso y que solamente un pequeño corte se sumerja directamente en el agua y de ahí empiece a brotar raíces. Déjalo en el vaso hasta que le salgan raíces, solo no olvides cambiar el agua al pasar tres al pasar tres días. El proceso de germinación puede tardar de 15 a 20 días, pero de esta forma se asegurará que el cultivo al pasarlo en tierra sea exitoso.
2. Una vez que ha brotado raíces, será el momento de cultivarlo. Para ello, rellena una maceta con la tierra fértil y tres cuartas partes con abono; mezcla perfectamente ambos elementos para que se integren correctamente. En el centro de la maceta con tierra, coloca con las raíces hacia abajo, deben tocar la tierra y entierra ligeramente, de forma que la estructura del ingrediente se sostenga por completo.
3. Después de sembrar con mucho cuidado deberás cubrir con más tierra e hidratar con un poco de agua, a partir de este momento deberás de colocar la maceta frente a los rayos directos de la luz solar durante las primeras horas del día y después en un lugar a semisombra. 

Los cuidados que deberás seguir son simples, pero básicos tendrás que regar de forma frecuente siempre que la tierra se muestre seca y asegurarte de que durante las primeras horas del día pueda aprovechar los rayos de luz solar. En aproximadamente un mes ya habrán crecido los primeros tallos y en unos 8-10 meses, tendrás un cultivo grande de jengibre que podrás aprovechar de poco en poco.