¿Te sobraron cáscaras de limón? Así puedes reutilizarlas para fabricar un desengrasante para tu cocina

No hay nada peor que tener que tocar el agua cuando hace más frío, pero pues a veces hay que hacerlo para efectuar todas las quehaceres domésticas. Sin embargo, hay algunas menos fastidiosas que otras, como lavar o limpiar la estufa, que implica tiempo de remojo para ablandar las manchas y luego pasarle una fibra por encima, para que nuestro electrodoméstico quede impecable.

Sin embargo, con el líquido de limpieza adecuado, tu estufa puede quedar más reluciente de lo que te imaginas. Pero para que no gastes y además reutilices las cáscaras de limón, hoy queremos compartir contigo un remedio para que puedas limpiar tu estufa y además evites el desperdicio de esa materia orgánica a la que literalmente se le puede sacar más jugo. 

El limón es conocido por ser un ingrediente que puede ayudarnos a limpiar distintas superficies y además del jugo, esto también puede incluir a la cáscara de este fruto cítrico, que al juntarse con otros ingredientes, se vuelve un gran elemento que podría ayudarnos a limpiar la superficie de nuestra estufa para dejarla como nueva. 

¿Cómo hacer un limpiador de cocina con cáscaras de limón?

Para lograrlo, sólo tienes que triturar la cáscara de limón junto con un poco de agua, para que no se trabe tu licuadora. Posteriormente, deberás colar el líquido y una vez retirados todos los residuos fibrosos de la fruta, quedará un líquido al cual le agregarás una cucharadita del bicarbonato de sodio. 

¿Cómo limpiar la estufa con limón para devolverle el brillo?

El líquido resultante deberás ponerlo en un aspersor o atomizador para que con él, puedas rociar las superficies que quieras limpiar de tu estufa y después, le pasas por encima un paño o toalla, que seguramente ayudará a remover toda la suciedad y de inmediato podrás ver cómo le vas devolviendo el brillo a tu estufa. 

Los aceites esenciales de la cáscara de limón tienen propiedades desengrasantes naturales. Algunas personas las frotan directamente sobre superficies grasientas, como encimeras de cocina, estufas o utensilios, para ayudar a romper y eliminar la grasa. Sin embargo, con ayuda de este tip que te compartimos también funciona, porque extraemos prácticamente todo el aceite de la cáscara.