¿Planeando la carnita asada? Con este truco podrás prender el carbón rápidamente

¿Estás preparando la carnita asada para este fin de semana? Entonces tenemos el truco perfecto para ti, pues te enseñaremos cómo aprender fácilmente el carbón, una de las actividades que más consume tiempo a la hora de preparar la parrilla, afortunadamente existe una forma muy sencilla y rápida de hacerlo y si quieres aprender los pasos necesarios para lograrlo, sigue leyendo.

Usa frituras

Para este truco usaremos la clásica fritura de queso o maíz que puedes encontrar en la tiendita de la esquina, la grasa de estos alimentos es perfecta para iniciar el fuego y hacer prender el carbón fácilmente, pero el truco consiste en acomodar en el orden correcto el carbón, ya que no basta con colocarlos por encima de las piezas de carbón o por debajo de ellas, necesitas crear una especie de cámara que permita prender al carbón uniformemente.

Apila el carbón

Si es posible, utiliza una jarra para carbón o un recipiente de metal que puedas manipular fácilmente para juntar el carbón en un solo lugar, de esta manera obtendrás más calor concentrado y el fuego prenderá fácilmente el carbón, si no es posible utilizar uno de estos utensilios, apila todo el carbón en un solo lugar de la parrilla para prenderlo y una vez encendido distribuye a tu conveniencia.

Sigue el orden correcto

Para prender el carbón necesitas crear primero una capa con el carbón apagado, después coloca un poco de frituras dejando un espacio para introducir más frituras al centro y por último cubre con más carbón, una vez listo enciende una fritura y colócala al centro ,junto con el resto de las frituras para crear un fuego rápido que encienda el carbón en poco tiempo.

Sopla aire rápidamente

Una vez que el carbón haya empezado a prender puedes utilizar una secadora para pelo o incluso el modo para soplar aire de una aspiradora para crear una corriente de aire potente y rápida que te ayude a prender el carbón, solo procura que el aire siempre corra en dirección contraria a ti, para que las brasas salgan volando hacia afuera y no corras ningún peligro.