Flores comestibles que puedes cultivar fácilmente en tu huerto en casa o cocina

Cultivar tus propias frutas y verduras en tu huerto o cocina es bastante práctico, sin embargo hay otro elemento que puedes tener en estos espacios y que también puedes aprovechar en tus platillos, estamos hablando de las flores comestibles que además de ser muy fáciles de cultivar pueden darle color y sabor a tus platos, así que si quieres empezar a cultivar flores para tu cocina nosotros te diremos algunas de las opciones más fáciles de cuidar. 

Diente de león

El diente de león tiene un sabor suave y está llena de beneficios para tu salud, es rica en vitaminas, calcio y hierro, incluso es considerada diurética. Su cuidado es bastante sencillo ya que puede crecer en muchos tipos de ambiente, por ello que se le puede encontrar de forma silvestre en muchos lugares. Puedes cultivarla en maceta o directamente en tu huerto. 

Margaritas

Las margaritas pueden alegrar cualquier espacio donde se les coloquen, son de muy fácil cuidado y quedan bien como decoración, pero además son comestibles, tienen un sabor perfecto para infusiones y ensaladas además de contar con propiedades medicinales para las enfermedades respiratorias. 

Flor de calabaza

La flor de calabaza es un clásico de distintas gastronomías, se puede aprovechar de muchas formas y tiene un sabor característico que la hacen perfecta para cientos de platillos, esta flor es muy fácil de cultivar aunque necesitará cierto espacio para que crezca adecuadamente, así que lo mejor es plantarla en un huerto con las características necesarias para su crecimiento. 

Manzanilla

La manzanilla es otra de esas flores que puede ser aprovechada tanto para decorar como para consumirla, esta es conocida por su sabor en infusiones además de sus propiedades medicinales, es un excelente calmante, un ansiolítico natural y promueve la digestión, sin embargo, también la puedes aprovechar en ensaladas y postres, ya que tiene un sabor dulce bastante delicioso. 

Menta 

Las flores de menta también son comestibles, estás tienen un sabor mucho más ligero que sus hojas, no obstante, mantienen varias de las propiedades por las que la menta es reconocida, además cultivar menta te permite cosechar tanto las hojas como las flores, así que representa una doble ganancia para tu cocina o huerto.